Tras décadas de usar el petróleo como su principal fuente de energía, Arabia Saudita está embarcada en un multimillonario plan que busca diversificar su matriz energética y que el 10% de la producción provenga de fuentes renovables en 2023.
El ambicioso proyecto que lleva adelante el príncipe heredero Mohammed bin Salman, pretende reformar el sector energético como parte del plan Vision 2030 y, según explica la agencia Reuters, el foco en las energías renovables es un pilar de esta transformación, porque ayudará a desarrollar el sector privado y proveerá de miles de trabajos. "El gobierno saudita no solo quiere remodelar su combinación de energía en su país, sino también emerger como una fuerza global en el ámbito de la energía limpia", señaló The New York Times.
La idea es desarrollar 30 iniciativas solares y eólicas en 2023 para impulsar la generación de energía y reducir la quema de petróleo. Arabia Saudita quiere producir 9,5 gigawatt (GW) de energía renovable en 2023. La iniciativa involucra una inversión estimada entre US$ 30 mil millones y US$ 50 mil millones.
El plan fue lanzado el año pasado por el ministro de Energía, Khalid al Falih, cuando anunció el proceso de licitación de un proyecto de 300 megawatt (MW) de energía solar, que se espera se encuentre listo en 2018-2019.
"La mezcla energética para producir electricidad cambiará, actualmente el reino usa grandes cantidades de petróleo líquido, incluido el crudo, la bencina y el diesel", dijo Falih, según consignó Reuters. "Así el porcentaje de energía renovable en 2023 (será) 10% del total de la capacidad instalada en el reino", añadió.
The New York Times señaló que todavía existen dudas sobre si podrá lograr sus objetivos, aunque la estrategia está teniendo algunos progresos después de algunos vaivenes. En ese sentido, el diario subrayó que Riad le encargó, hace dos semanas, a la empresa de energía saudita ACWA Power construir una granja solar que generaría suficiente electricidad para alimentar hasta 200 mil hogares. El proyecto costará US$ 300 millones y creará cientos de empleos, según dijo al periódico Turki al Shehri, jefe del programa de energía renovable del reino. También el país tiene como objetivo invertir hasta US$ 7.000 millones en 2018 para desarrollar siete nuevas plantas solares y un gran parque eólico.
El reino también tiene un objetivo de largo plazo de aumentar el uso de gas para la generación de energía doméstica y, por consiguiente, reducir la quema de petróleo en los hogares y liberar más crudo para la exportación. Pese a ser la vigésima economía más grande del mundo, Arabia Saudita es el quinto mayor consumidor de petróleo. Según Reuters, quema en promedio 700.000 barriles por día para electricidad, sobre todo por el uso de aire acondicionados para los meses más calurosos de mayo a agosto.
El diario explicó que esa cifra bajó de casi 900 mil barriles que se quemaban por día en 2015, pero todavía representa dinero que se está perdiendo. De esta forma, si se hubiera exportado el petróleo a los precios actuales, ese crudo podría haber significado al gobierno un ingreso de US$ 47 millones diarios.
El periódico recordó que una de las principales prioridades del ambicioso plan del príncipe heredero para transformar y diversificar la economía saudita consiste en la creación de trabajo para los jóvenes. A lo que se suma, atraer inversiones en lo que es esencialmente un sector inexistente en el reino, dijo Al Shehri. Esto significaría "crear empleos y manufactura", agregó.