Un total de 13 personas, entre ellas cuatro policías, murieron en enfrentamientos en el estado mexicano de Jalisco cuando fuerzas policiales acudieron a una casa de seguridad en la que había armamento oculto.

Enrique Alfaro, gobernador de este estado del occidente del país, informó en Twitter sobre los primeros 12 fallecidos. Pero por la tarde la Fiscalía de Jalisco emitió un comunicado en el que elevó el total de víctimas a 13, ya que una de ellas había sido descuartizada y sus restos metidos en varias bolsas de plástico.

Alfaro dijo que los cuatro policías muertos eran agentes municipales.

El operativo, que comenzó el miércoles por la noche y continuó el jueves, tuvo lugar en dos domicilios de la localidad de El Salto, y en él participaron policías locales y estatales, así como militares y elementos de la Guardia Nacional que acudieron a apoyar.

Jalisco es un estado con altos índices de violencia y feudo del Cártel Jalisco Nueva Generación, una de las organizaciones criminales más poderosas de México.

La fiscalía confirmó que los sospechosos eran presuntos miembros del crimen organizado, aunque no dijo a qué grupo pertenecían.

Luis Joaquín Méndez, fiscal del estado, explicó que dos unidades de policía llegaron para atender un reporte de “gente armada bajando a personas de vehículos” e ingresando a un domicilio. Cuando los agentes llegaron, una mujer de la casa les comunicó que el reporte era falso, y entonces comenzó el ataque contra los policías.

El intercambio de disparos se intensificó luego de que llegaron más elementos de seguridad en apoyo de las primeras patrullas, agregó el fiscal.

En ese domicilio murieron los cuatro policías y 5 sospechosos. Dos presuntos criminales más resultaron heridos y se rescató a dos hombres que estaban secuestrados. Ahí se localizaron las bolsas con restos humanos, así como armas largas y chalecos antibalas.

En la segunda casa, según el comunicado de la fiscalía, se hallaron los tres cuerpos restantes y cuatro personas fueron detenidas, entre ellas un menor de edad.

“En un momento como el que vive México, en Jalisco tenemos claro que no puede haber tregua contra quienes nos han quitado la paz y la tranquilidad”, aseguró el gobernador.