Si la carrera de la inteligencia artificial parece lanzada entre Estados Unidos y China, la Unión Europea da muestras de querer salir de su estancamiento y, quizás, tomar parte en la competencia. Hasta este martes, las personalidades más importantes del rubro y una serie de autoridades internacionales se dan cita en el Grand Palais de París, para la Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial.
Con delegaciones de más de 100 países, la idea es encontrar un piso común para el desarrollo seguro de la inteligencia artificial, a poco más de dos años de la aparición en la vida pública de ChatGPT, y un año después del AI Safety Summit en Reino Unido. Esta vez, la idea es ir más allá de la discusión sobre “la seguridad”, y discutir en qué direcciones se podría invertir y desarrollar la herramienta.
Deseosa de promover su industria nacional con la startup Mistral a la cabeza, Francia presidirá junto a India esta cumbre. Sobre el encuentro, Le Monde señala: “La cita supone un desafío en un momento en que las rivalidades tecnológicas y regulatorias se exacerban en este campo en pleno auge. Francia organiza, el 10 y 11 de febrero, en París, la Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial (IA), mientras que el Estados Unidos de Donald Trump, aliados con los gigantes tecnológicos norteamericanos, se dan la misión de dominar el sector frente a China y cuestionan las intenciones reguladoras de la Unión Europea”.
Con la presencia de delegaciones de más de 100 países, el encuentro cuenta con grandes personalidades de la política y el Big Tech. Entre los políticos se encuentra el primer ministro indio, Narendra Modi; el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance; el viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
En el sector empresarial toman parte, entre otros, Sam Altman, el responsable de OpenAI, y Arthur Mensch, el fundador de Mistral AI, la startup que lidera el sector en Francia. Entre los grandes nombres de la tecnología también están presentes Sundar Pichai, CEO de Google; Dario Amodei, director general de Anthropic; Fei-Fei Li, la llamada “madrina de la IA”, y Yann LeCun, uno de los “padrinos de la IA”. Empresas como Nvidia, Mozilla, IBM, además de otras, también participarán en la cumbre.
Si bien se han fijado varios temas para la cumbre, una de las principales temáticas de conversación será la empresa china DeepSeek, que sacudió la burbuja de la IA al lanzar lo que señalaron era un modelo fundamental menos costoso y más eficiente energéticamente.
La irrupción de DeepSeek R1, el modelo de inteligencia artificial generativo de origen chino, marca el contexto de competición creciente en el rubro. Unos pocos días después de la aparición de DeepSeek, Estados Unidos anunció un proyecto de inversión en la tecnología: Stargate, con 500.000 millones de dólares en cinco años para crear las infraestructuras de IA, financiadas por empresas privadas.
Así, mientras el mundo observa a China y Estados Unidos invierte masivamente en IA, Europa toma el desafío y decide no quedarse atrás. En una entrevista televisiva, el presidente francés, Emmanuel Macron, se convirtió el domingo en el promotor de la inteligencia artificial en Francia, exaltando los méritos de esta tecnología y anunciando 109.000 millones de euros de inversiones en el país para desarrollarla.
Estas inversiones de empresas privadas, previstas “en los próximos años”, son “el equivalente para Francia de lo que Estados Unidos anunció con Stargate”, subrayó Macron en la cadena de televisión France 2. Como prueba de su importancia, la startup francesa Mistral anunció el mismo domingo la construcción de su primer data center en Francia, cerca de París, para “controlar toda la cadena de valor, desde la máquina hasta el software”, afirmó su jefe, Arthur Mensch, en el canal de televisión TF1.
En términos más generales, el Palacio del Elíseo también anunció esta semana que se habían identificado 35 sitios “listos para usar” para albergar centros de datos. Francia cuenta actualmente con más de 300, lo que la sitúa en el sexto lugar del mundo entre los países que albergan más, después de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, China y Canadá.
Menos claro es si algún consenso a nivel mundial saldrá de la cumbre, a medida que el gobierno de Trump ya empieza a deshacer lo que Joe Biden había empezado en sus cuatro años de administración. Desde que asumió el cargo el 20 de enero, el presidente republicano revocó la orden ejecutiva de 2023 del expresidente demócrata sobre la tecnología, puso en marcha una nueva retirada del Acuerdo Climático de París y enfrentó llamados del Congreso para considerar nuevos controles de exportación de chips de IA para contrarrestar a su rival, China.
Se está negociando un “comunicado no vinculante de principios” para la gestión de la IA, con firmas de Estados Unidos, China y otros países, lo que supondría un gran logro si se alcanzara, dijeron las personas involucradas en la cumbre. Frente a actores privados muy ambiciosos, la demanda de regulación es fuerte. El presidente francés prometió, para el final de la cumbre, una declaración “con fuertes principios sobre la protección de los derechos, el medioambiente, la integridad de la información y la propiedad intelectual”.
A veces se cuestionan las regulaciones europeas porque frenarían la competitividad de las empresas locales. Según Daron Acemoglu, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y economista ganador del Premio Nobel, “el enfoque europeo hacia la IA sería mucho más exitoso a través de la demostración, es decir, no sólo a través de la regulación, sino también a través de empresas que cumplan las reglas y estén a la vanguardia del progreso”.
Para Tanuja Randery, directora general de Amazon Web Services Europe, “navegar por nuestras regulaciones en Europa es como resolver un rompecabezas cuyas piezas cambian constantemente”.
En una entrevista con Le Figaro, el excomisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, defendió la regulación europea de las tecnologías digitales: “Gracias a un corpus de cinco grandes reglamentos (DMA, DSA, DGA, Data Act, AI Act), la UE se rige por un un único mercado digital unificado y ya no veintisiete”.