El martes pasado Dominique Hasler, la ministra de Relaciones Exteriores de Liechtenstein, llegó a Chile. Un viaje especial, porque se trata de la primera visita de un representante de la diplomacia de ese pequeño país europeo a Sudamérica, y eligió a Chile como su primer destino. La agenda contempló no sólo reforzar los lazos de amistad entre ambos países, sino también explorar nuevos espacios de cooperación, tras la reciente modernización del Tratado de Libre Comercio entre los Estados del ETFA, que incluye a Liechtenstein, Islandia, Noruega y Suiza. “Uno de nuestros principales objetivos a largo plazo es profundizar la cooperación económica y mi visita es una contribución a ese objetivo”, dice en esta entrevista con La Tercera.

En el último año, la agenda de la canciller de Liechtenstein ha sido intensa, porque hasta mediados de año su país encabezó el Consejo de Europa, en momentos en que el Viejo Continente enfrenta serios desafíos a su seguridad, pero también a la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho, temas, estos últimos, que fueron claves durante su presidencia. “Estos valores son la base de nuestra estabilidad, prosperidad y sociedad libre, pero hoy observamos que enfrentan retos, porque están sometidos a la presión de fuerzas autocráticas, amenazas híbridas y desinformación tanto de agentes estatales como no estatales”. Por eso, dice, es importante la cooperación, el multilateralismo y “demostrar que todos los países son necesarios en la mesa”.

Esta es su primera visita a Sudamérica en general y a Chile en particular. ¿Qué puede esperar Chile de una relación más estrecha de cooperación con Liechtenstein?

Liechtenstein tiene una economía avanzada con experiencia en innovación, industria de alta tecnología y servicios financieros. Somos un socio para la cooperación en una amplia gama de campos como el desarrollo sostenible, las energías renovables y la gobernanza digital. Pero más allá de nuestra economía, también estamos profundamente comprometidos con el avance del Estado de derecho. Somos firmes defensores del derecho internacional, el multilateralismo y los derechos humanos, al igual que Chile. Y nadie puede hacer avanzar una agenda así por sí solo. Por eso, estoy interesada en profundizar nuestra cooperación en las organizaciones internacionales, ya sea en la promoción de la paz y la estabilidad, en el fomento de la rendición de cuentas o en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Sede del gobierno de Liechtenstein.

¿En qué ámbitos cree que se pueden mejorar las relaciones entre ambos países?

A pesar de la gran distancia geográfica, Liechtenstein y Chile comparten muchos objetivos comunes. Creemos en sociedades y economías libres. Y creemos que el derecho internacional se aplica a todos los Estados por igual. Como ya se ha dicho, nadie puede avanzar solo. Creo que nuestra relación podría beneficiarse de una cooperación económica más profunda y de la expansión de nuestro comercio, así como de las inversiones. Como también soy ministra de Educación, también queremos estudiar la posibilidad de intensificar los intercambios en el ámbito de la educación. Además, también valoramos el papel activo de Chile en los foros multilaterales, como la ONU y la OEA. Ahí veo potencial para una colaboración aún más profunda.

El sector energético, especialmente las energías renovables, el hidrógeno verde, el litio y la energía solar, han despertado interés en varios países europeos. ¿Hay interés en ese sector?

Como país profundamente comprometido con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, además de su mitigación, somos conscientes de lo importante de la transición a fuentes de energía más limpias y sostenibles. Tenemos mucha expertise cuando se trata de innovación, industrias de alta tecnología y, por supuesto, estamos interesados en cooperar en lo relativo a las energías renovables. Creemos firmemente que también con el Tratado de Libre Comercio en este marco hay espacio para una mayor cooperación y estamos muy interesados en ello. En Liechtenstein hacemos lo que podemos en ese ámbito -por ejemplo, somos líderes mundiales en instalación de paneles solares per cápita-, pero estamos limitados por nuestro tamaño y, por tanto, no podremos producir energía verde a gran escala. Pero tenemos empresas innovadoras e instituciones financieras que invierten y apoyan activamente las tecnologías verdes.

<i><b>Hoy observamos en Europa que la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos se enfrentan a varios retos: están sometidos a la presión de fuerzas autocráticas, amenazas híbridas y desinformación por parte de agentes estatales y no estatales”</b></i>.

Dominique Hassler, canciller de Liechtenstein.

En términos globales, Liechtenstein presidió el Consejo de Europa hasta hace unos meses y durante ese periodo usted insistió en la defensa de los principios democráticos en Europa. ¿Cree que hoy en día la democracia corre riesgos en algunos países europeos?

Gracias por mencionar nuestra Presidencia del Consejo de Europa, que fue muy importante para nosotros, en efecto se guio por los principios de la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho. Estos valores son la base de nuestra estabilidad, prosperidad y sociedad libre. Pero hoy observamos en Europa que la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos se enfrentan a varios retos: están sometidos a la presión de fuerzas autocráticas, amenazas híbridas y desinformación por parte de agentes estatales y no estatales. Al mismo tiempo, vemos que en varios países la democracia es robusta, pero a veces pueda ser un poco caótica y lenta. Por eso, instancias como el Consejo de Europea son muy importantes. Durante mi presidencia también visité la OEA y fue muy impresionante ver las similitudes entre ambas instancias, con los mismos objetivos y las mismas estructuras. Por eso, creemos que hay muchos espacios de cooperación porque ambos enfrentan los mismos desafíos, pero también tienen las mismas oportunidades.

Una de las principales preocupaciones actuales en Europa es la situación en Ucrania y la amenaza del presidente ruso de que el conflicto se extienda. ¿Cree que este riesgo es real, que Europa se enfrenta a la posibilidad de una guerra más extendida en su territorio?

La guerra en curso en Ucrania es una grave preocupación no sólo para Europa, no sólo para nosotros sino para el mundo. Rusia no sólo ha atacado a un país vecino, su agresión es un ataque contra el Estado de Derecho internacional, del que somos tan dependientes. Desde el principio, Liechtenstein condenó enérgicamente la agresión rusa y mantiene su compromiso de apoyar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Puedo darle un pequeño ejemplo. Como le dije estamos en el corazón de Europa y estamos agradecidos de tener muy buenos vecinos, como Suiza y Austria, pero no tenemos un ejército. Si la integridad territorial deja de ser segura mi país puede desaparecer en un par de horas, porque no nos podemos protegernos. Por ello, también tenemos que oponernos constantemente a algunas de las narrativas rusas: esta no es una guerra en la que los dos bandos tienen la culpa, aquí hay un agresor y una víctima. El día que Rusia decida poner fin a la guerra, la guerra terminará. No se puede ignorar la amenaza de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Ucrania, sobre todo dada la imprevisibilidad de las acciones de Rusia. Ya estamos viendo muchos sabotajes y acciones híbridas que forman parte de su estrategia. La guerra ilegal de Rusia necesita una respuesta clara y colectiva para disuadir a otros de seguir su ejemplo. Hoy la amenaza en Europa y en el mundo es real.

Soldados ucranianos lanzan ataque contra las fuerzas rusas en la región de Donetsk. REUTERS.

Liechtenstein no pertenece ni a la Unión Europea ni a la OTAN. En el actual escenario europeo, ¿no se ha reconsiderado un eventual ingreso en la alianza atlántica, como fue el caso, por ejemplo, de Suecia?

Puesto que Liechtenstein no tiene fuerzas armadas ni otras entidades o propiedades militares estratégicas relevantes, actualmente no se está estudiando la posibilidad de ingresar a la OTAN. Claro que las preguntas sobre la seguridad cambian constantemente, pero para nosotros integración y cooperación son la parte más importante de nuestra estrategia.

Muchos han planteado que la amenaza nuclear parece haber vuelto, recordando los tiempos de la Guerra Fría. ¿Cree que existe un riesgo real de conflicto nuclear en el mundo actual?

El resurgimiento de las amenazas nucleares es muy preocupante y nos recuerda la fragilidad de la paz mundial. La retórica de la Federación Rusa sobre el uso de armas nucleares es irresponsable. Liechtenstein siempre ha abogado por un mundo sin armas nucleares y hoy vemos que no sólo está muy presente el riesgo del uso deliberado de armas nucleares, sino también los riesgos asociados a errores de cálculo o equivocaciones. Por eso, seguiremos haciendo oír nuestra voz en los foros internacionales para pedir la desescalada y el comportamiento responsable de los Estados, así como el desarme nuclear.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Texas. REUTERS/File Photo

A partir del 20 de enero de 2025, Donald Trump será nuevamente presidente de Estados Unidos. Tras la experiencia de su primera administración y la relación que mantuvo con Europa, que no fue buena, ¿prevé un mayor distanciamiento entre Europa y Estados Unidos?

La relación de Liechtenstein con Estados Unidos se ha desarrollado positivamente en el pasado a través de diferentes administraciones y esperamos que esta trayectoria continúe. Siempre buscamos oportunidades para profundizar nuestra asociación con Estados Unidos y creemos que Estados Unidos y Europa pueden lograr grandes avances si trabajan juntos. No creo que una menor cooperación beneficie a nadie en estos momentos. Soy positiva, como diplomática tengo que serlo. Quizá habrá una forma distinta de cooperación, pero igual será una fuerte cooperación.

Una de las promesas de campaña de Trump es aumentar los aranceles y promover una política más proteccionista en EE.UU. ¿Cree que esto llevará a una escalada global del proteccionismo?

Liechtenstein está firmemente convencido de los beneficios del libre comercio para nuestra economía y las economías de nuestros socios. Eso no significa que no comprendamos la necesidad de adoptar medidas proactivas contra quienes no respetan las normas o en ámbitos de seguridad críticos. Me temo que veremos más medidas de este tipo a medida que nuestro mundo se vuelve globalmente menos seguro. Lo que esperamos, sin embargo, es que tales medidas no perjudiquen involuntariamente al comercio que ha sido mutuamente beneficioso para los participantes globales que se atienen a las reglas, dando lugar a inversiones sustanciales, puestos de trabajo y prosperidad a lo largo del tiempo. Y seguiremos intentando ampliar nuestra red de acuerdos de libre comercio para ayudar a nuestras empresas a diversificar sus cadenas de suministro.

Cuando uno habla de Liechtenstein se asocia de inmediato con un centro financiero. En el último tiempo las exigencias para los centros financieros en el mundo han aumentado, los estándares son mayores. ¿Qué medidas han venido tomando para adaptarse a esta nueva realidad?

Es muy interesante que las personas cuando piensan en Liechtenstein crean que es un centro financiero. Si bien tenemos expertise en el sector financiero, si uno mira los números somos uno de los países más industrializados del mundo, aunque es verdad que, además, de eso somos muy fuertes en el campo de los servicios financieros desde hace décadas. Por supuesto hemos sido desafiados por las regulaciones internacionales. Liechtenstein recorrió un intenso camino para alcanzar los mismos estándares internacionales que otros países. Hoy hemos adoptamos más de 60 mil normas de la UE y estamos muy agradecidos de tener los mismos estándares, en especial en estos momentos. Hemos aplicado también las sanciones de la UE contra Rusia, lo que fue un gran desafío, pero contamos con una gran cooperación de Estados Unidos. Es mucho trabajo, pero al final ha funcionado bastante bien.