El representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ante Washington, Husam Zomlot, que se encuentra en Ramala desde que fue llamado a consultas en mayo, aseguró hoy que el cierre de su oficina en EE.UU. es "una guerra" contra los palestinos y "contra el sentido común".

"Hemos sido informados oficialmente esta mañana de la decisión de la Administración de EE.UU. de cerrar la Delegación General palestina en Estados Unidos, la misión diplomática palestina en el país. Condenamos este gesto de la manera más firme posible", dijo hoy a un grupo de periodistas, entre ellos Efe.

Zomlot atribuyó la decisión estadounidense al hecho de que los palestinos hayan decidido acudir a la Corte Penal Internacional (CPI, en la Haya) para denunciar supuestas violaciones de derechos por parte de Israel, y lo consideró "una escalada temeraria por parte de esa Administración y la confirmación de dos cosas".

En primer lugar, "la implementación y adopción de la lista de deseos del Gobierno israelí que comenzó en noviembre con la de 'lista de la compra' de (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y el cierre (temporal) de la oficina de la OLP".

La segunda, es que la Administración del presidente Donald Trump, aseguró, está decidida a "proteger los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que Israel está cometiendo en los territorios palestinos ocupados, y desmantelar el sistema de derecho internacional y los mecanismos del derecho internacional".

Para el diplomático palestino, se trata de "una guerra no solo contra los palestinos, sino contra todos los valores, los sistemas y el sentido común", así como contra la capacidad estadounidense de "gobernar, litigar y mediar con asuntos internacionales".

"Esta insistencia no es solo un signo de la guerra israelí contra nuestra presencia diplomática, sino también un reflejo de su preocupación por el cambio evidente de la opinión pública americana" a favor de las posiciones palestinas, aseguró.

La decisión estadounidense supone a su entender un reflejo de la preocupación israelí, y el "miedo" a ley internacional y sus mecanismos, "especialmente la CPI" en vistas de la referencia oficial del Estado de Palestina a la Corte Penal Internacional sobre supuestos crímenes de guerra israelíes.

Zumlot acusó a la Casa Blanca de tratar de "intimidar" y aseguró que la decisión norteamericana no echará para atrás las decisiones palestinas sino que, al contrario, se tomarán "todas las acciones posibles para avanzar y garantizar el proceso (contra Israel) en la CPI".

"Confirma nuestra decisión de que la mejor manera de avanzar es poner a Israel bajo la ley internacional y no por encima ella", zanjó el diplomático.

"Si esta decisión significa algo, es que usaremos toda nuestra fuerza con todos nuestros amigos para animar y presionar a la corte a que tome su responsabilidad y acelere el proceso de llevar a Israel a la corte y empezar el proceso legal", indicó al asegurar que ya han presentado ante el tribunal "todas las evidencias de los crímenes de guerra israelíes".

A su vez, Nabil Shaat, el consejero de Asuntos Exteriores del presidente palestino, Mahmud Abás, consideró que los palestinos "no pueden abandonar sus relaciones históricas con EE.UU." y aseguró que volverán "cuando Trump o los americanos cambien de opinión".