Reino Unido vivió una turbulenta semana, en la que no solo volvió a rechazar el acuerdo de salida de la Unión Europea, sino que el Parlamento aprobó que la primera ministra Theresa May pida a Bruselas una extensión para concretar ese divorcio del bloque . Una de los países que ha seguido muy atento el proceso es Irlanda, que mantiene históricos lazos con su vecino.
En medio de este escenario, el ministro irlandés de Vivienda, Planificación y Gobierno local, Eoghan Murphy, que se encuentra de visita en Chile como parte de las actividades de inauguración de la embajada de su país en Santiago, conversó con La Tercera sobre el complejo panorama que enfrenta Reino Unido.
La premier británica pedirá una extensión del plazo de la salida de la Unión Europea. ¿Qué postura tiene Irlanda sobre este tema?
Creo que es muy importante que si hay un proceso de extensión del Artículo 50 (del Tratado de Lisboa) sepamos por qué se quiere la prórroga y por cuánto tiempo. Estamos muy dispuestos a escuchar cualquier propuesta que la primera ministra (Theresa) May presente. Sigue siendo una situación de inflexión en términos de dónde estaremos en una semana más, pero siempre hemos trabajado para asegurarnos de que podamos llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos lados, pero también se comiencen las negociaciones sobre nuestras futuras relaciones comerciales, para que tengamos una cooperación cercana en el futuro. Nos queremos asegurar de que se proteja el Acuerdo de Viernes Santo y nuestra responsabilidad en Irlanda del Norte.
Reconocemos que una extensión sí crea dificultades en el lado europeo y desafíos en nuestro lado, pero estamos dispuestos a una extensión si sabemos por qué y por cuánto tiempo.
La cláusula del backstop o la salvaguarda irlandesa ha sido la piedra de tope para que no apruebe el acuerdo de salida. ¿Cuáles son los riesgos de tener una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte?
El backstop fue diseñado como una póliza de seguro en caso de que ocurra un retiro y nos movamos hacia las discusiones de la futura relación comercial que proteja la paz en Irlanda del Norte, el Acuerdo de Viernes Santo. Hemos dado grandes pasos para alejarnos de los años difíciles que tuvimos en Irlanda del Norte. Otra de las cosas que tememos es que sin el mecanismo apropiado en un acuerdo podría haber un regreso de la frontera dura en la isla de Irlanda, que nosotros creemos puede ser muy dañina al proceso de paz. Los últimos 20 años han sido muy buenos y ha habido un fuerte progreso en la paz, así que con el gobierno británico hemos trabajado para que no haya una frontera dura. Y nos tenemos que asegurar que eso esté ahí en el acuerdo de salida. Es una medida que está ahí como un seguro e idealmente nunca tendríamos que usar, pero se ha convertido en una fuente de mucha tensión.
El Parlamento británico parece estar atascado con relación al Brexit. ¿Cuál es la solución de Irlanda para la salida de Reino Unido de la Unión Europea?
Nunca quisimos que ocurriera el Brexit. Así que esa fue una decisión tomada por Reino Unido y la respetamos. Somos vecinos muy cercanos en términos de geografía, así como en la historia cultural, por ello nos gustaría que el final del proceso redundara en una fuerte relación entre Irlanda, Reino Unido y la UE. Respetamos lo que ha pasado, pero ahora nos gustaría que llegue a una conclusión y que tengamos una fuerte relación con Reino Unido.
¿Por qué decidieron abrir una embajada en Santiago?
En 2017 tuvimos un nuevo primer ministro que fue elegido, el Taoiseach (Leo) Varadkar, quien busca poner a Irlanda en el centro del mundo. En momentos en que tenemos una política comercial de Estados Unidos que se está cerrando a partes del mundo, él pensó que era importante que el liderazgo de Irlanda se expanda al mejorar los vínculos comerciales, los acuerdos de comercio y ampliar nuestra presencia. Estamos expandiendo masivamente nuestra presencia diplomática y cuando miramos a Sudamérica, Chile era clave. Era muy importante que estableciéramos una embajada aquí.
¿Qué tipos de intercambio tendrá Chile e Irlanda?
Somos un miembro fuertemente comprometido de la Unión Europea, que es un mercado inmenso. Nosotros nos vemos como una locación muy estratégica para las personas que quieren invertir en la Unión Europea y pueden hacer eso a través de Irlanda, especialmente en áreas como los servicios financieros, tecnología médica o en farmacéutica donde somos muy fuertes. Nosotros creemos que podemos traer nuestra experiencia respecto de energía renovable, vientos, parques eólicos, tenemos una empresa irlandesa trabajando acá. Creemos que hay oportunidades.