Los muertos por la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala se elevaron a 75 el martes y más de 190 permanecen desaparecidas, dijeron autoridades, y agregaron que su actividad aumentó y se esperan más explosiones en las próximas horas, por lo que la situación todavía es crítica.

A las 19.55 hora local (0155 hora GMT), el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumeh) informó que hay un alza en la actividad explosiva, con detonaciones fuertes y columnas de ceniza de 5,000 metros de altura.

"Las condiciones son sumamente críticas en este momento", dijo Eddy Sánchez, director de Insivumeh.

El instituto alertó más temprano en su cuenta de Twitter que "la actividad continúa y no se descarta la posibilidad de que se de un nuevo descenso de flujos piroclásticos en cualquiera de las barrancas principales en las próximas horas o días".

La erupción del domingo también dejó unos 300 heridos, luego de que ríos de lava y lodo arrasaran con las zonas aledañas. Las cenizas se esparcieron hasta la capital del país centroamericano.

La cifra de cadáveres identificados ascendió a 23, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), y su director, Fanuel García, dijo que aún seguían recibiendo cuerpos, aunque cada vez con menos frecuencia.

El martes, flujos de lahares y tefra descendían del volcán de Fuego por lo que autoridades evacuaron a las poblaciones cercanas y detuvieron momentáneamente las labores de búsqueda, dijeron testigos de Reuters y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

Más tarde, Conred informó que 192 personas permanecían desaparecidas tras la primera explosión.

Los lahares y la caída de tefra son las principales causas de pérdida de vidas asociada a volcanes.

"Llevo dos días viniendo a buscar a mi hermano, pero no me dejan subir solo", se quejó Jorge Espinoza, un jubilado de 58 años en la humilde localidad de El Rodeo, la más afectada.

"Nosotros queremos arriesgarnos a buscarlo", agregó cubierto de una capa de sudor y polvo.

El Volcán de Fuego es uno de los más activos de Latinoamérica y su erupción del domingo fue la más grande en 44 años, lo que llevó al cierre del principal aeropuerto de Guatemala y afectó la producción de café.

Diversos países de América Latina han ofrecido su apoyo a la pobre nación centroamericana.

El martes, los gobiernos de Chile y Guatemala acordaron la firma de un convenio para diseñar una red de monitorización vulcanológico, además de capacitación de profesionales.