Las autoridades de Islandia confirmaron ayer miércoles una nueva erupción volcánica en el extremo suroeste de la isla y que ha obligado a evacuar la localidad de Grindavik, que ha vivido episodios similares desde finales de 2023 por la alta actividad magmática.

La Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés) ha registrado a las 23.14 horas una erupción tras abrirse una fisura minutos después de una serie de pequeños seísmos que provocaron cambios de presión.

La fisura se está expandiendo hacia el noreste, por lo que no afecta por el momento a Grindavik, y tiene una longitud estimada de 2,5 kilómetros. La situación actual apunta a que esta erupción es más pequeña que la última registrada este verano, aunque no se puede descartar que siga creciendo. El helicóptero de la Guardia Costera está sobrevolando los focos para evaluar el tamaño.

Lava fluye tras la erupción de un volcán cerca de la península de Reykjanes, cerca de Grindavik en Islandia. Foto distribuida el 21 de noviembre 2024. REUTERS.

Según las actualizaciones del IMO publicadas en su página web, durante la jornada del martes se registró una actividad sísmica “bastante baja” y una acumulación de magma, si bien indicó que según los datos era “poco probable que entrara en erupción este mes.

La zona había permanecido inactiva durante casi 800 años hasta principios de 2020, cuando comenzó una intensa actividad sísmica en la península, y el magma comenzó a emerger en 2021. La erupción actual es ya al menos la décima desde entonces.

Uno de los eventos volcánicos más perturbadores en la historia reciente del país nórdico ocurrió en 2010, cuando el volcán ‘Eyjafjallajokull’ entró en erupción con una explosión que liberó una columna de ceniza tan grande que paralizó el tráfico aéreo en toda Europa durante semanas, lo que provocó la cancelación de 100.000 vuelos y afectó a más de 10 millones de personas.