El asalto al Capitolio de los Estados Unidos por partidarios del Presidente Donald Trump el miércoles ha generado llamados de algunos demócratas del Congreso para destituirlo de su cargo antes de que el presidente electo, Joe Biden tome juramento el 20 de enero.
Las escenas caóticas se desarrollaron después de que Trump, quien se ha negado a comprometerse con una transferencia pacífica del poder, se dirigiera a miles de manifestantes y repitiera afirmaciones infundadas de que le habían robado las elecciones.
¿Se puede acusar y destituir al Presidente?
Sí. Hay dos formas en Estados Unidos de destituir a un Presidente de su cargo: El impeachment (juicio político) y la 25a enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. En cualquier escenario, el vicepresidente, Mike Pence, se haría cargo hasta la toma de posesión de Biden si alguno de esos escenarios hipotéticos se diera.
El impeachment es un proceso que comienza en la Cámara de Representantes, la Cámara Baja del Congreso, que presenta cargos acusando a un Presidente de participar en un “delito grave o delito menor”, similar a una acusación en un caso penal.
Si una mayoría simple de los 435 miembros de la Cámara aprueba presentar cargos, conocidos como “artículos de impeachment”, el proceso se traslada al Senado, la Cámara Alta, que celebra un juicio para determinar la culpabilidad del Presidente. La Constitución requiere el voto de dos tercios del Senado para condenarlo y destituirlo.
Trump ya fue acusado previamente por la Cámara, liderada por los demócratas, en diciembre de 2019 por cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso derivados de sus esfuerzos por presionar a Ucrania para que investigue a Joe y Hunter Biden. Trump fue absuelto por el Senado liderado por los republicanos, en febrero de 2020.
¿De qué “delitos graves y delitos menores” se podría acusar a Trump?
Frank Bowman, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Missouri, asegura que Trump “posiblemente fomentó la sedición” o un intento de derrocamiento del gobierno de Estados Unidos.
Pero Bowman señala que Trump también podría ser acusado por un delito más general: deslealtad a la Constitución de Estados Unidos y no cumplir con su juramento. El Congreso tiene discreción para definir un delito grave y un delito menor y no se limita a los delitos penales reales.
“El delito esencial sería uno contra la Constitución, uno de, esencialmente, tratar de socavar los resultados legales de una elección realizada legalmente”, señala Bowman.
¿Con qué rapidez se puede acusar y destituir a un Presidente de su cargo?
Teóricamente, podría hacerse en un día, ya que la Cámara y el Senado tienen una amplia libertad para establecer las reglas de juicio político como mejor les parezca.
“Podrían decidir acusarlo al mediodía y caminar por la rotonda del Capitolio hasta el Senado y hacer una regla para comenzar un juicio mañana por la tarde”, afirma Bowman. “No hay ningún obstáculo constitucional para eso”.
¿Cuál es el propósito de la 25ª Enmienda?
La 25ª Enmienda, ratificada en 1967 y adoptada tras el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, trata de la sucesión presidencial y la discapacidad.
La sección 4, que ha recibido la mayor atención durante la presidencia de Trump, aborda situaciones en las que un presidente no puede hacer el trabajo pero no renuncia voluntariamente.
Para que esto suceda, Pence y la mayoría del gabinete de Trump tendrían que declarar a Trump incapaz de cumplir con los deberes de la presidencia y destituirlo.
Posteriormente, Trump podría declarar que no estaba incapacitado. Después de cuatro días, si Pence y la mayoría del gabinete no cuestionaran la determinación de Trump, éste recupera el poder. Si refutaran la declaración del presidente, el asunto lo decidiría el Congreso. Si ambas cámaras determinaran por mayoría de dos tercios que Trump está incapacitado, Pence continuaría desempeñando las funciones de la presidencia.
Bowman cree que la historia de la Enmienda 25 deja claro que está destinada a casos en los que un presidente está incapacitado y no puede servir, como una enfermedad física o mental.
Bowman señala que, como asunto político, hay poca o ninguna posibilidad de que se invoque la enmienda porque Pence se mostraría reacio a hacerlo y porque hay fuertes argumentos de que Trump no está tan incapacitado como para hacerle no apto para el cargo.