Un escándalo sacude a la Casa Blanca por acusaciones de violencia intrafamiliar contra dos asistentes del Presidente Donald Trump, desatando una oleada de cuestionamientos sobre su ética y la de su entorno.
El miércoles renunció el secretario de personal de la Casa Blanca Rob Porter, mientras esta noche dimitió David Sorensen, redactor de discursos del Mandatario.
Porter dejó su cargo tras conocerse las denuncias de agresión física y abuso psicológico de sus dos ex esposas, una de las cuales divulgó una foto suya con un ojo morado, del que lo responsabiliza.
El ex funcionario, quien negó las acusaciones, trabajaba junto a Trump y manejaba material altamente confidencial, aunque no había pasado los filtros de seguridad requeridos para su puesto por esas mismas denuncias.
"Lo aprecio. Le deseamos lo mejor. Trabajó muy duro", dijo Trump a periodistas sobre su ex colaborador Porter.
Esta noche, en tanto, David Sorensen dimitió luego de que su esposa lo acusara de violencia doméstica.
El portavoz adjunto de la Presidencia, Raj Shah, dijo que la Casa Blanca se enteró el jueves de las acusaciones contra Sorensen, "a quien confrontamos inmediatamente", pero "negó las acusaciones y renunció hoy (viernes)".