"En los supermercados se acabó el agua, el pan y la mantequilla de maní. Hay gente que ha esperado por más de una hora y media en estaciones de servicio por bencina. Después del huracán Irma (2017) todos se han asustado mucho". Así Nikki Ghimire, de 25 años y residente de la ciudad de Miami, relata a La Tercera el temor que ha provocado entre la ciudadanía la amenaza del huracán Dorian, que esta noche llegaría a las costas de Florida.
Después de arrasar las Bahamas, con vientos de más de 290 km/h, la tormenta, catalogada como la más fuerte del año, dejaba al menos cinco fallecidos y cuantiosos daños estructurales, seguía rumbo hacia el noreste. Eso sí, Dorian disminuyó hoy a categoría 4 y se movía lentamente hacia la costa este de EE.UU., donde las lluvias con vientos de más de 60 km/h y marejadas ciclónicas anticipaban la llegada del potente huracán.
Ante la alarma de devastación "sin precedentes", Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia declararon estado de emergencia. Más de un millón de estadounidenses fueron evacuados de forma obligatoria y enviados a albergues habilitados. Pero también, las personas que esperaban al huracán en sus hogares intentaban proteger sus viviendas con cubiertas especiales y se volcaban a los supermercados por provisiones para los próximos días.
El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC) informó que el ciclón tropical seguía siendo "extremadamente peligroso" y que subiría por Florida este martes para llegar el miércoles a la costa de Georgia, con vientos superiores a 177 km/h y olas "destructivas" de entre 3,6 y 5 metros. En tanto, durante el miércoles y el jueves, Dorian golpearía a las Carolinas con tormentas de más de 119 kilómetros por hora, para luego seguir hacia Virginia con menor fuerza.
Los expertos habían anunciado que tras golpear las Bahamas, Dorian perdería fuerza y no tocaría tierra en la costa este de Estados Unidos. Sin embargo, las consecuencias serían igual de "devastadoras".
"Dorian sigue siendo un poderoso huracán de categoría 4 con vientos máximos de 233 km/h. Aunque no se espera que provoque el mismo nivel de impacto ocurrido en Bahamas, es una amenaza para la costa este, especialmente si se mantiene en alta mar. Los niveles de agua en la costa podrían alcanzar entre 1,2 y 2,1 metros sobre el nivel del suelo. Para esta noche se esperaban vientos con fuerza tropical y lluvias en la costa de Florida", señala a La Tercera, Lance Wood, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes.
Ruta incierta
A pesar de las alertas, los expertos sostienen que es difícil precisar la trayectoria del huracán, ya que hay un "cono de incertidumbre" entre las Bahamas y la costa de EE.UU. que hace imposible pronosticar la ruta, lo que ha generado mayor temor.
"La razón principal por la que Dorian ha tenido un pronóstico difícil tiene que ver con el debilitamiento del área de alta presión de nivel medio-superior que cambió hacia el este durante el fin de semana. Así, la dirección de Dorian dependerá del momento en que se desarrolle un área de baja presión al norte de Dorian", dijo el experto.
El gobernador republicano de Florida, Rob DeSantis, informó que, hasta anoche, el estado habilitó 110 refugios y desplegó más de 4 mil miembros de la Guardia para responder a emergencias, activó 21 grupos de búsqueda y rescate y evacuó 93 hogares de ancianos. Además, cerró al menos 5 puertos de Florida y más de mil vuelos fueron cancelados.
"Tenía un vuelo con Spirit Airlines, pero cerraron el aeropuerto de Fort Lauderdale para transformarlo en refugio, por lo que me cancelaron el vuelo y lo reprogramaron para el jueves. Justo debieron operar de emergencia a mi madre, así que acá es un caos. La gente entró en pánico y se agotó el agua, las sodas y el pan", contó a La Tercera Giuliana Bottari, turista de visita en Weston, Florida.
(Para agrandar la imagen, hacer click sobre ella.)