La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha apelado este viernes a la movilización para sentar las bases de un nuevo referendo independentistas, aunque ha dejado claro que no habrá "atajos" porque cualquier futura consulta "debe ser legal y legítima". 

Sturgeon no renuncia a su intención de repetir en 2020 la votación que fracasó en septiembre de 2014, cuando una mayoría de los ciudadanos dijo "no" a la secesión de Escocia. Tras el rechazo del Gobierno central a una primera petición, la líder ha replanteado la estrategia optando por el pragmatismo.

Los sondeos dibujan un escenario igualado en el caso de un segundo referendo y, aprovechando los posibles efectos colaterales del Brexit -los escoceses rechazaron por mayoría la salida de Reino Unido de la UE-, Sturgeon ha anunciado "los próximos pasos para el futuro de Escocia".

Estos próximos pasos pasan, en primer lugar, por una mayor movilización para garantizar que, si finalmente hay una nueva consulta, no supondrá un nuevo fracaso. Así, ha instado a los defensores de la independencia a hacer suyos los mensajes del Partido Nacional Escocés (SNP), para "convencer a una mayoría de la población".

Sturgeon ha recordado que el Brexit que se consumará este mismo viernes es un "momento crucial" tanto para Escocia para el conjunto de Reino Unido, en la medida en que implica una "tristeza real y profunda" para parte de la ciudadanía. Frente a ello, ha prometido "esperanza por un futuro mejor", en el que "la senda del país sea determinada por la gente que vive aquí".

Próximos pasos

"Para lograr la independencia, un referéndum, da igual cuando ocurra, sea este año como quiero o después de las próximas elecciones, debe ser legal y legítimo. Es un hecho", ha sentenciado Sturgeon durante su discurso, en el que también ha reclamado que dicha consulta "demuestre claramente" que hay un "apoyo mayoritario", según informan los medios británicos.

"Esta legalidad debe estar más allá de toda duda. De otra manera, el resultado, aunque sea favorable, no sería reconocido por otros países", ha dicho Sturgeon, que en estos últimos meses ha descartado promover una posible consulta unilateral similar a la de Cataluña.

La ministra principal de Escocia ha apuntado que "la mejor manera" pasa por "llegar a un acuerdo con el Gobierno de Reino Unido sobre la cesión de poderes al Parlamento escocés, como se hizo en 2014". El primer ministro británico, Boris Johnson, ya se ha pronunciado este mes en contra de dicho permiso y no ha dado muestras de ceder.

Como gestos prácticos, Sturgeon ha anunciado su intención de convocar una reunión de diputados regionales, nacionales y antiguos eurodiputados para debatir los futuros planes y ha confirmado que pedirá a la Comisión Electoral que comience a estudiar la pregunta del hipotético segundo referéndum. El Gobierno escocés también prevé actualizar el documento sobre sus argumentos a favor de la secesión.