La Policía escocesa abrió hoy una investigación para esclarecer la protesta con parapente que Greenpeace llevó a cabo ayer sobre el complejo de lujo Turnberry, propiedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y donde se aloja durante su visita privada a Escocia.
Las autoridades afirmaron que el incidente está siendo tratado como "una violación de la zona de exclusión aérea", que está en marcha desde que el viernes Trump arribase a su campo de golf de Ayrshire, en la costa suroeste de la región.
"Estamos investigando una infracción de la zona de exclusión aérea sobre el hotel Turnberry, lo que es un delito", afirmó el inspector de la Policía escocesa, Stephen McCulloch.
Añadió que su investigación se centra ahora en "tratar de encontrar al piloto" por lo que apeló "a cualquier persona con información sobre el incidente" a ponerse en contacto con las autoridades.
Según Greenpeace, la Policía y el puesto de control de tráfico aéreo del aeropuerto Prestwick de Glasgow fueron avisados por teléfono del acto de protesta diez minutos antes de llevarlo a cabo.
Minutos antes de su llegada, un individuo en parapente voló, en nombre del grupo ecologista Greenpeace, sobre el hotel Turnberry para desplegar una pancarta con el eslogan "Trump, muy por debajo del par. Resistencia", haciendo un juego de palabras con las reglas del golf.
El mandatario y su esposa Melania se alojan en este gran complejo de cinco estrellas habilitado con spa y campo de golf, donde Trump estuvo practicando hoy su deporte favorito.
Ben Stewart, miembro de Greenpeace, dijo que la primera ministra británica, Theresa May, "no debería haber dignificado a Trump con una visita al Reino Unido".
"La gran mayoría de los británicos están consternados por sus palabras y hechos. Es, simplemente, el peor presidente de la historia, por eso volamos sobre él un mensaje situándolo muy por debajo del par", dijo Stewart.
https://twitter.com/conor___r/status/1018136851016835073
Trump, que no cuenta con ningún acto oficial durante su estancia en suelo escocés, fue recibido con protestas multitudinarias organizadas en los alrededores de sus dos campos de golf, protegidos por grandes medidas de seguridad, así como en Edimburgo, donde miles de personas marcharon en rechazo de sus políticas.
La estancia de los Trump en el Reino Unido terminará mañana, cuando partan hacia Helsinki para la reunión que el lunes mantendrá el presidente estadounidense con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
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