"A las 7 de la mañana del viernes, 6 de abril, desperté a Lula que había dormido en una habitación improvisada, sobre un colchón extendido en el suelo, en la sede del Sindicato Metalúrgico ABC en São Bernardo do Campo. Me fui a despedir de mi amigo, ya que tenía un vuelo marcado para las 10". Así recordó Frei Betto, en una columna publicada ayer en el diario O Globo, su despedida de Luiz Inácio Lula da Silva, en la jornada en que se esperaba que el ex mandatario se entregara a la Policía Federal. Bajo el título "Mi segunda despedida de Lula", el escritor y teólogo brasileño recordó en su columna una experiencia similar vivida hace 38 años, también en abril, cuando él dormía en la casa del sindicalista y llegaron los policías Departamento de Orden Política y Social (DOPS) para arrestarlo por liderar la huelga metalúrgica contra la dictadura militar. En esta entrevista con La Tercera, Frei Betto, amigo de Lula y Dilma Rousseff, se refiere a la agitación que vive Brasil por la orden de detención en contra del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Usted acompañó en estas últimas horas a Lula en el Sindicato Metalúrgico ABC en São Bernardo do Campo. ¿Cuál era el ánimo del ex mandatario? ¿A quién culpa de su actual situación judicial?
Estuve con él ayer (viernes) por la mañana. Estaba sereno, pero indignado porque el juez Sérgio Moro decretó la prisión antes de que concluyeran los trámites judiciales.
En su artículo de O Globo usted recuerda que es la segunda vez que acompaña a Lula en las horas previas a ser arrestado, como sucedió cuando era sindicalista en 1980. ¿Cómo ha sido la reacción del petista en ambas ocasiones? ¿Lo vio más inquieto ahora?
Lo vi más inquieto en 1980, bajo la dictadura militar, cuando él era líder sindical. Ahora tiene mucho más prestigio nacional e internacional y demuestra más seguridad.
En sus libros "A mosca azul" y "Calendário do poder" usted hizo críticas a los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT). ¿Cree que la detención de Lula acaba con la opción del PT de volver al poder?
Depende de muchos factores, quién va ser el candidato del Partido de los Trabajadores, la coyuntura electoral, etc. Las elecciones presidenciales en octubre son todavía una incógnita.
A su juicio, ¿cuán dañada queda la figura de Lula tras la orden del juez Sérgio Moro de encarcelarlo? Al convertirse en el primer ex presidente brasileño que es arrestado por un delito común, ¿se destruye el mito del "hijo de Brasil"?
La detención refuerza el liderazgo de Lula. Encarcelado habitará más alto con su silencio de prisionero político.
En el escenario que Lula no sea candidato, ¿qué legitimidad tendrá el nuevo presidente que surja de las elecciones de octubre, considerando el alto apoyo que el líder del PT tiene hoy en las encuestas?
Esto va a depender del resultado en las urnas, lo que es imprevisible ahora que encarcelan a Lula, quien lidera en la intención de voto.
¿Cómo visualiza el futuro de Brasil? ¿Le preocupa la polarización que ha dejado en evidencia el caso de Lula?
Brasil está en profunda crisis, gobernado por un gobierno golpista formado por notorios corruptos. Todo va a depender del proceso electoral y de nuestra capacidad de movilizar al pueblo.