El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles considerará el martes prohibir los teléfonos inteligentes a sus 429.000 estudiantes en un intento de aislar a una generación de niños de las distracciones y las redes sociales que socavan el aprendizaje y dañan la salud mental.
La propuesta se estaba formulando antes de que el cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, pidiera el lunes una etiqueta de advertencia en plataformas de redes sociales, similares a las que aparecen en los paquetes de cigarrillos, debido a lo que él considera una emergencia de salud mental.
La junta del segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos tiene previsto votar una propuesta para desarrollar en un plazo de 120 días una política que prohibiría el uso de teléfonos móviles y plataformas de redes sociales por parte de los estudiantes y que estaría vigente en enero de 2025.
Las escuelas de Los Ángeles considerarán si los teléfonos deben guardarse en bolsas o casilleros durante el horario escolar, según la agenda de la reunión, y qué excepciones se deben hacer para los estudiantes con discapacidades físicas o de aprendizaje.
Nick Melvoin, miembro de la junta y ex maestro de escuela secundaria que propuso la resolución, dijo que los teléfonos celulares ya eran un problema cuando dejó el aula en 2011, y desde entonces los mensajes de texto constantes y los gustos han empeorado mucho.
“Es un momento cuyo momento ha llegado. Cuando hablo con maestros, administradores y padres, es una de las preocupaciones número uno”, dijo Melvoin.
Si se aprueba, Los Ángeles se uniría a varios distritos escolares más pequeños para prohibir el acceso a teléfonos o redes sociales. Florida, con unos 2,8 millones de estudiantes de escuelas públicas, aprobó el año pasado una ley que exige a los distritos escolares impedir el acceso de los estudiantes a las redes sociales. Varios otros estados han introducido una legislación similar.
Si bien la investigación sobre los riesgos para la salud mental sigue incompleta, el cirujano general dijo que la emergencia era tan evidente que exigía acción.
Citó un estudio de la Asociación de angustia psicológica previa a la infección con riesgo de afecciones posteriores a COVID-19 (JAMA) que muestra que los adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales pueden tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales, al tiempo que hace referencia a una encuesta de Gallup que muestra que el adolescente promedio pasa 4,8 horas al día en las redes sociales.
El distrito escolar de Los Ángeles citó otra evidencia de que la adicción a los teléfonos celulares estaba relacionada con tasas crecientes de ansiedad y acoso cibernético.