Los equipos de emergencias en el centro de España despejaron 500 carreteras y rescataron a unas 1.500 personas varadas en vehículos, mientras el país empezaba a retirar poco a poco la nieve de la peor ventisca en su memoria reciente.

El Aeropuerto de Madrid Adolfo Suárez-Barajas seguía cerrado el domingo, sin vuelos desde el viernes por la noche. Las lineas de tren que atravesaban la capital también estaban suspendidas y más de 150 carreteras seguían siendo impracticables.

La tormenta Filomena perdió fuerza en su avance hacia el este, aunque las autoridades mantuvieron las peticiones de que la gente se quedara en casa para evitar el riesgo de caídas en las calles heladas, ante las previsiones de un brusco descenso en las temperaturas en los próximos días.

La Agencia Estatal de Meteorología esperaba que la temperatura llegara el martes a los 14 grados Celsius bajo cero (6 grados Fahrenheit) en la provincia oriental de Albacete.

Los equipos de la Unidad Militar de Emergencias se centraban en despejar los accesos a los hospitales y al principal centro de distribución de alimentos frescos de la capital. España está también inmersa en una crisis por la pandemia del coronavirus, y los contagios están subiendo desde los feriados navideños.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que el gobierno tomará medidas adicionales para garantizar que la entrega semanal de la vacuna de Pfizer-BioNTech, fijada para el lunes, podrá distribuirse a las autoridades sanitarias regionales en caravanas con escolta policial.

España ha confirmado más de 51.800 muertes por la pandemia.