Las empresas españolas deberán a partir de ahora publicar las diferencias de salario entre sus empleados en función del sexo, para permitir que las mujeres exijan igualdad de trato, según un decreto adoptado este martes por el Gobierno de Pedro Sánchez.
“Es clave tener los datos de información sobre la cadena retributiva, porque es donde se perciben todas las discriminaciones que sufrimos las mujeres a lo largo de nuestra carrera profesional y de nuestra vida”, declaró la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La información facilitada por cada empresa deberá incluir la media aritmética de los salarios percibidos, “desagregados por sexo”, y en cada una de las categorías profesionales o tipo de puesto de trabajo.
El objetivo es cumplir con la obligación de dar una remuneración igual para un trabajo de igual valor, según el texto.
Dicha obligación de transparencia facilitará a las empleadas y a los sindicatos exigir igualdad salarial en las respectivas empresas o incluso ante la justicia, según explicó la ministra.
La medida concierne sólo a las empresas de más de 50 empleados, que tienen seis meses para adaptarse a esta nueva norma, fruto de un acuerdo entre los principales sindicatos y el Ejecutivo español, que se reivindica como feminista.
La principal organización patronal, la CEOE, se negó a sumarse al acuerdo.
En 2018, las españolas ganaban de media un 14% menos que sus colegas hombres, algo mejor que la media europea (14,8%), según los últimos datos disponibles de Eurostat, la agencia europea de estadísticas.