Aquarius el barco con cerca de 629 inmigrantes y refugiados que llevaba horas navegando en alta mar sin poder encontrar un puerto para desembarcar finalmente podrá hacerlo en Valencia (España).

Así lo anunció el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez: "Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional".

Las personas a bordo de la nave habían sido rescatados por organizaciones como MSF y SOS Mediterranée y habían quedado a la deriva luego que el ministro del interior de Italia, Matteo Salvini les haya negado la entrada. Además le pidió de manera oficial a Malta recibirlos, sin embargo, su segunda opción tampoco permitió el desembarco argumentando que el lugar del rescate no estaba dentro de su competencia marítima.

Medidas que fueron criticas por la Unión Europea y la Agencia de para los refugiados de Naciones Unidas.

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig también informó acerca de la decisión del gobierno de Sánchez: "Me ha comunicado que el Gobierno situará el puerto de Valencia como el puerto seguro para esta operación humanitaria que el gobierno de España va a emprender de la mano de la ONU".

De acuerdo al diario El País, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y su par de Valencia, Joan Ribó habían dicho estar abiertos a recibir al grupo.

Una vez que se dio a conocer la decisión de España, los primeros ministros de Italia, Giuseppe Conte, y de Malta, Joseph Muscat, agradecieron su "gesto de solidaridad".

Según detalló Anelise Borges, una periodista a bordo de la embarcación, a la cadena BBC dentro del Aquarius hay 123 menores de edad (entre 13 y 17 años) no acompañados, 11 niños pequeños y siete mujeres embarazadas provenientes de Eritrea, Ghana, Nigería y Sudán. Los cuales fueron rescatados en diversos operativos realizados por SOS Mediterranée  durante la noche del sábado.