El Ministerio de Salud de España impondrá a partir del próximo miércoles el uso obligatorio de la mascarilla en centros sanitarios en toda el país, como recurso ante el incremento de infecciones respiratorias y amparar jurídicamente las comunidades que ya tomaron la medida.
Desde la secretaría de Estado se indicó que esta decisión se toma en virtud de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que regula la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública y que se recurre a tal legislación ante “situaciones de urgente necesidad”, “de especial riesgo” o de “alarma para la salud pública”.
Esta epidemia de gripe en época de invierno europeo obligó a las autoridades sanitarias española a retomar el uso de mascarilla, medida que había sido derogada hace cinco meses, tras la pandemia de Covid-19.
El miércoles vencerá el plazo para que las distintas autonomías analicen y presenten alegaciones a la propuesta del uso obligatorio de mascarilla en centros sanitarios, que hasta ahora solo han aceptado Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia y, desde mañana martes, Canarias y Asturias.
Por el repunte generalizado de los contagios respiratorios durante las fiestas de fin de año, varias regiones -partiendo por la Comunidad Valenciana- ya habían comunicado el retorno del uso del barbijo en hospitales, centros de salud y residencias. Posteriormente, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció que la norma se generalizará en todo el país, para enfrentar a los virus respiratorios que se expanden por todo el territorio.
“Las competencias son de las comunidades, pero la incumbencia es también de este ministerio. Por eso tuvimos consejos interterritoriales en diciembre y ahora otro para poner en común las medidas, la evaluación y para hacer un plan de invierno”, señaló García.
Antes de eso, la Comunidad Valenciana ya había anunciado su intención de implantar la medida. A ella se sumaron hasta el momento Cataluña que las hace obligatorias las mascarillas en centros sanitarios, pero no residencias; Murcia y Aragón, donde pasa a ser obligatoria para los profesionales de la salud, pero no para la ciudadanía, a la que se le recomienda no solo en centros sanitarios, sino en cualquier espacio cerrado con aglomeraciones.
Pero, ya hay al menos dos autonomías que se han desmarcado de la medida: Madrid y Baleares.
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, sostuvo que la población es “perfectamente consciente de cuándo debe usar la mascarilla” y su uso “tiene que ser una recomendación” y no una obligación.