Ya van cuatro “objetos no identificados” derribados en Norteamérica, luego de que este domingo el ejército estadounidense derribara uno cerca del Lago Huron, a pocos kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Otro objeto no identificado fue derribado este sábado en el norte de Canadá, siendo así la tercera vez en la semana en que se usa un avión caza para derrumbar objetos en el espacio aéreo norteamericano. El primero, el “globo de vigilancia” chino, fue abatido el 4 de febrero, mientras que un segundo incidente con un objeto no identificado tuvo lugar el viernes pasado.
Respecto al objeto del sábado, la ministra de Defensa canadiense, Anita Anand, señaló a la prensa: “El objeto estaba volando a una altura de aproximadamente 40 mil pies (12 kilómetros), habiendo entrado ilegalmente en el espacio aéreo canadiense e implicando una amenaza razonable a la seguridad de los vuelos civiles”. La ministra también aclaró que el derribo de este objeto se produjo a 100 millas (160 kilómetros) al norte de la frontera con Estados Unidos, en el centro de Yukon.
Tanto en el objeto del viernes como el del sábado y el domingo, no hay indicaciones que puedan vincularlos con el globo chino, aunque de todos modos los agentes de la seguridad aérea en Norteamérica permanecen en tensión. El espacio aéreo fue cerrado brevemente en Montana durante el sábado, luego de una anomalía en los radares.
El tercer objeto fue identificado por la Norad el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial. La ministra Anand señaló que se trataba de un “objeto cilíndrico” y color plata, pero más pequeño que el “globo de vigilancia” chino de la semana pasada.
Para la acción, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se pusieron de acuerdo, señaló en un comunicado la Casa Blanca. “El Presidente Biden autorizó a los caza norteamericanos asignados al Norad para conducir la operación, y fue un F-22 estadounidense el que derribó el objeto en territorio canadiense, en estrecha coordinación con las autoridades canadienses. Los líderes discutieron la importancia de recuperar el objeto para determinar más detalles de sus propósitos y origen”, indicó el documento.
El mismo día, el primer ministro canadiense tuiteó: “Ordené el derribo de un objeto no identificado que violó el espacio aéreo canadiense. Hablé con el Presidente Biden esta tarde. Las fuerzas canadienses van a recuperar y analizar los restos del objeto. Gracias al Noradpor vigilar Norteamérica”.
El viernes pasado, otro objeto había sido derribado por un F-22 estadounidense: había entrado ilegalmente al espacio aéreo de Alaska, y venía siendo monitoreado por Estados Unidos desde el jueves. Los pilotos que derribaron el objeto dieron diversas versiones de lo que observaron, señaló una fuente de inteligencia a CNN: algunos dijeron que “interfirió con sus sensores”, mientras que otros negaron haber experimentado eso.
En ese entonces, el portavoz de la Casa Blanca, John F. Kirby, dijo que Biden había ordenado el derribo del objeto en Alaska “por mucha precaución”. El objeto habría sido “mucho más pequeño que el globo espía del sábado”, y que “de la manera en que me lo describieron, era cercano al tamaño de un auto pequeño”.
Al igual que el “cilindro”, el objeto volaba a 40 mil pies (12 kilómetros) de altura, mientras que los globos de vigilancia chinos volaban mucho más encima que los aviones comerciales: 200 mil pies (60 kilómetros). El globo chino fue derribado en la costa de Carolina del Sur, luego de haber atravesado todo el país. Los funcionarios de la administración Biden dijeron que eso planteó poca recopilación de inteligencia y riesgo militar. Por otra parte, sí representaba un riesgo para las personas y la propiedad en tierra si el globo llegaba a ser derribado.
Si bien no dijo específicamente que los dos últimos objetos eran chinos, Chuck Schumer, el senador líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, le dijo a ABC News este domingo que era posible que Beijing estuviera usando una “tripulación de globos” que “probablemente había estado en todo el mundo”.
En respuesta a las preguntas sobre los comentarios de Schumer, un portavoz del Departamento de Defensa dijo que los últimos dos objetos “no se parecían mucho” al globo original y eran mucho más pequeños, informó Reuters.
El Ejército estadounidense sigue trabajando para recuperar los restos del globo en el fondo del océano. El portavoz del Departamento de Defensa, el general de brigada Pat Ryder, dijo el viernes que han “ubicado una cantidad importante de restos que resultará útil para nuestra mayor comprensión de este globo y sus capacidades de vigilancia”.
La Cancillería china se refirió a la decisión de derribar el globo como una “clara sobrerreacción y una seria violación de la práctica internacional”. “China va a salvaguardar resueltamente los derechos e intereses legítimos de la empresa involucrada, y se reserva el derecho a respuestas posteriores de ser necesario”, indicó el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.