El Estado Islámico del Khorasan (EI-K), la banda armada más radical en Afganistán, reivindicó este viernes la autoría de la explosión en una instalación eléctrica que provocó un apagón de luz en Kabul el jueves por la noche.
En un comunicado publicado en sus canales de Telegram, la organización yihadista aseguró que “los soldados del califato hicieron explotar una bomba en un poste eléctrico en Kabul” para dañar el suministro eléctrico.
La capital afgana quedó a oscuras después de que esta explosión afectara una línea de alta tensión, en un nuevo ataque del EI contra el régimen talibán.
“Una explosión destruyó un poste eléctrico en la zona de Qala Murad Beg, en la región de Kabul, y cortó una línea eléctrica de 220 kV. Por este motivo, se interrumpió el suministro en Kabul y en otras regiones”, informó la compañía estatal eléctrica.
El suministro eléctrico en Afganistán, un país devastado después de tres décadas de conflicto, depende en un 75% de la energía importada, sobre todo desde Uzbekistán y Tayikistán.