El Gobierno de Estados Unidos ha abogado este martes por utilizar la “vía diplomática” entre Israel y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, después de que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, prometiera aumentar sus ataques contra este grupo armado incluso si se llega a una tregua temporal en la Franja de Gaza.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, al ser preguntado sobre estas declaraciones en una rueda de prensa, ha subrayado que Washington no quiere “que ninguna de las partes intensifique el conflicto en el norte”. “De hecho, vamos a seguir buscando una resolución diplomática de ese conflicto”, ha indicado.
“Se enfrentan a una verdadera amenaza a su seguridad, ya que hay decenas de miles de israelíes que no se sienten seguros al regresar a sus hogares en el norte de Israel. Esa es una cuestión legítima que debe abordarse, (pero) queremos lograr una vía diplomática”, ha aseverado.
No obstante, ha indicado que el Gobierno israelí ha dicho de forma pública --y también de forma privada a los funcionarios estadounidense-- que quiere lograr este camino diplomático. “En última instancia, eso haría innecesaria la acción militar”, ha reconocido.
“Si bien vimos los comentarios del ministro de Defensa, también hemos tomado nota de que repetidamente tanto (Gallant) como otros funcionarios del Gobierno de Israel, incluido el primer ministro (Benjamin Netanyhau), han dicho públicamente que preferirían que esta situación se resolviera diplomáticamente”, ha hecho hincapié.
Gallant afirmó durante el fin de semana que la intensidad de los ataques israelíes contra Hezbolá estaba aumentando y que estaba logrando la eliminación de “decenas de comandantes para los que es difícil encontrar un sustituto”. “Incluso si hay una tregua temporal en el sur, aumentaremos el fuego en el norte de forma independiente, y continuaremos hasta la retirada completa de Hezbolá y el regreso de los residentes a sus hogares”, declaró.
El Ejército de Israel y Hezbolá han protagonizado enfrentamientos diarios en la frontera común desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí, lo que ha hecho temer con una expansión del conflicto en la región.
Desde entonces, las autoridades israelíes han evacuado las poblaciones más cercanas a la frontera con Líbano, lo que no ha impedido la muerte de civiles israelíes por ataques de Hezbolá. En la frontera libanesa, los habitantes de la zona también han sido víctimas de los bombardeos de Israel.