El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, acusó este miércoles a Irán de actuar de manera "intencionalmente ambigua" respeto a su programa nuclear.
Pompeo se reunió hoy en Londres con la primera ministra británica, Theresa May, y con el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, con quien ofreció una rueda de prensa en el Foreing Office.
Ambos ministros abordaron la situación de Irán, que hoy anunció la suspensión de algunos de sus compromisos del acuerdo nuclear de 2015 debido al "incumplimiento" del resto de firmantes (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), que no han logrado contrarrestar las sanciones de EE.UU., que abandonó el pacto hace un año.
El presidente iraní, Hasán Rohaní, mandó hoy una carta en la que señaló que dará marcha atrás en algunos de sus compromisos si en sesenta días esos países no han hecho realidad los beneficios económicos del tratado.
Para Pompeo, esa misiva es "intencionalmente ambigua" y señaló que Estados Unido -que recientemente ha decidido no renovar las exenciones a la compra de crudo iraní otorgadas a ocho países- "tendrá que esperar y ver las acciones de Irán antes de decidir una respuesta".
Por su parte, el titular de Exteriores británico confirmó que el Reino Unido continuará apoyando el pacto, aunque anunció que la misiva no fue "bienvenida" y urgió a Irán a que no tome "nuevas medidas" y se adhiera a sus obligaciones porque, de lo contrario, advirtió, "habrá consecuencias".
El llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés) limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero desde la salida de EE.UU. ha quedado en la cuerda floja.
Por otra parte, Pompeo y Hunt, que se esforzaron por ofrecer una imagen de unidad y amistad entre ambas potencias, hablaron de la participación de la empresa china de telefonía móvil Huawei en la red 5G del Reino Unido.
A pesar de la filtración de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional sobre que May va a permitir la participación del gigante chino en esa red -la cual le costó el puesto al ministro de Defensa, Gavin Williamson- Hunt aseguró que esa decisión aún no está tomada.
Por su parte, Pompeo le advirtió que debe de estar "vigilante" de las actividades con la compañía asiática, aunque matizó que "cada país tiene soberanía para tomar sus propias decisiones".
Estados Unidos recela de Huawei porque cree que existen brechas de seguridad en su tecnología que permiten el espionaje del Gobierno chino, por lo que ha prohibido a las agencias gubernamentales del país el uso de sus equipos.
Respecto a la crisis de Venezuela, Pompeo calificó de "repugnante" el apoyo de líderes políticos al presidente, Nicolás Maduro.
Interrogado sobre su opinión a cerca del respaldo del líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn, al mandatario venezolano, Pompeo aseveró que "ningún líder de un país democrático puede respaldar al régimen asesino del dictador Maduro".
Tanto Estados Unidos como el Reino Unido, junto con otro medio centenar de países, han reconocido al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela.
"Es un país en el que tres millones de personas se han fugado, en el que el Producto Interior Bruto (PIB) ha bajado un 40 % en los últimos cuatro años y la gente no puede acceder a medicinas básicas", expuso Hunt.
El portavoz de Economía laborista, John McDonell, lo describe como "socialismo" y, continuó el ministro, "que la gente saque sus propias conclusiones sobre cómo serán sus planes para el Reino Unido".
La reunión de Hunt y Pompeo se desarrolló en un clima de colaboración, menos de un mes antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realice su primera visita de Estado al Reino Unido.