La representante permanente de Estados Unidos para la OTAN, Julianne Smith, declaró que no existe ninguna indicación de “un riesgo inminente” de que Rusia use sus armas nucleares en la guerra de Ucrania.
A pesar de ello, aclaró que la Alianza Atlántica “seguirá monitorizando la situación”, especialmente tras el despliegue de las armas nucleares rusas en Bielorrusia.
“Nos hemos tomado el ‘ruido de sables’ nucleares muy, muy en serio. (...) Hemos advertido a los rusos muy directamente sobre los riesgos de usar armas nucleares tácticas, cualquier arma nuclear en esta guerra. Y les hemos advertido sobre las consecuencias: graves consecuencias a las que se enfrentarían si optaran por hacerlo”, señaló la embajadora durante una rueda de prensa.
Además, Smith aseguró que la OTAN no tiene ninguna razón para cambiar su actual “postura estratégica”, aunque ha admitido que se trata de un “debate vivo”.