Las autoridades estadounidenses han instado a Israel a garantizar la entrada “ininterrumpida” de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza antes de poner en marcha su operación para invadir la ciudad de Rafah, situada en el sur del enclave palestino, donde han muerto ya más de 35.300 personas en el marco de la ofensiva lanzada el pasado mes de octubre por las fuerzas israelíes.
Durante una conversación telefónica con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, ha hecho hincapié en que esta medida supone una “necesidad incuestionable” que permitiría proteger a los civiles antes de poner en marcha cualquier operación militar en la zona.
Ambos han abordado los avances en la apertura de un corredor humanitario para lograr la entrada de esta ayuda, al tiempo que han destacado la importancia de “tomar medidas para asegurar la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás” durante los ataques del 7 de octubre, que dejaron 1.200 muertos en Israel.
Austin, por su parte, ha reafirmado el “compromiso irrefutable de Estados Unidos con la seguridad de Israel” para poder así “derrotar a Hamás”, según ha indicado el Departamento de Defensa estadounidense en un comunicado.
Las autoridades palestinas han alertado de que una invasión a gran escala de la ciudad de Rafah sería “un gran error” por parte de Israel y ha advertido de las “peligrosas repercusiones” que acarrearían los ataques del Ejército israelí contra la ciudad, de la que ya han huido ya cerca de medio millón de palestinos.
Así, han apuntado precisamente a Estados Unidos como “responsable de estas posibles repercusiones” por su “fracaso a la hora de intervenir para forzar al gobierno de ocupación a detener su invasión”.