En medio de la ola causada por la variante ómicron del Covid-19 que azota a los países del hemisferio norte, causando nuevos récords de contagios, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos modificó los criterios de aislamiento para quienes resulten infectados por el virus o hayan tenido contacto con alguna persona portadora. Así, mientras Europa endurece las medidas y algunos países regresan a los confinamientos, desde esta entidad manifiestan que los cambios se realizan tras constatarse que el contagio ocurre en los primeros días tras estar expuesto a la enfermedad.
En el caso de los contagiados -independiente del estado de vacunación- se reduce el aislamiento de 10 a cinco días a contar de la fecha de confirmación como positivo para la enfermedad. Si luego de ese período no existen síntomas o estos ya se han resuelto, las personas podrán salir del aislamiento, siempre y cuando continúen utilizando mascarilla cuando estén alrededor de otros, hasta completar los 10 días.
Para los contactos estrechos, todo dependerá si la persona ha sido vacunada con dosis de refuerzo, o si ha recibido el esquema inicial de dos dosis en un plazo menor a seis meses (o dos, en el caso de la vacuna de Janssen). Si ese es el caso, solo se recomienda el uso de mascarilla por 10 días desde ocurrido el contacto y testearse al quinto día. Pero si se desarrollan síntomas, la recomendación es quedarse en casa y practicarse un examen de detección del virus.
En el caso de los no vacunados -o vacunados con una antigüedad mayor a seis meses y sin vacuna de refuerzo- que sean contactos estrechos, se repite la indicación de realizar aislamiento por cinco días, pero utilizando mascarilla otros cinco días adicionales. Sin embargo, este confinamiento no es mandatorio: si la persona no puede cumplirlo, la recomendación es utilizar la mascarilla por los 10 días cuando se esté en contacto con más personas. Y en el caso de desarrollar síntomas, la recomendación es la misma para todos: guardar aislamiento y testearse.
Aislamiento según estado de vacunación
En Chile, la última modificación a los períodos de aislamiento se realizó a mediados de septiembre, cuando la autoridad sanitaria redujo de 11 a 10 días el confinamiento para los contagiados y de 11 a siete días en el caso de los contactos estrechos.
El médico y presidente del Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei), Jaime Rodríguez, estima poco probable que en el corto plazo se sugieran modificaciones en esta línea, especialmente tras la llegada de ómicron al país y su rápida diseminación: desde el primer caso, confirmado el 5 de diciembre, se registran 248 contagios.
Eso sí, estima que en algunos meses sí podría replicarse. “Más adelante debiéramos tender a flexibilizar las medidas de aislamiento, porque una persona con sus tres dosis de vacuna tiene un estado distinto a quienes tengan un esquema incompleto o ninguna de las vacunas”, señala.
Una diferencia, asegura, es que en EE.UU. se han utilizado preferentemente vacunas de tecnología de ARN mensajero como Pfizer o Moderna, las cuales han demostrado ser más eficaces en la reducción del contagio. En Chile, en cambio, para el esquema inicial se ha utilizado principalmente Sinovac, sin embargo, el refuerzo -que ya supera los 10 millones de personas- ha sido principalmente con Pfizer y, en menor proporción, AstraZeneca. “El criterio tiene mucho que ver con el lugar donde se hacen estas modificaciones y del producto farmacológico en uso. En el país, y viendo la situación de Europa con ómicron se ve difícil, pero en el mediano plazo podría ser posible”.
Por otro lado, el infectólogo y decano de Medicina de la U. San Sebastián, Carlos Pérez, dice que cualquier modificación, en medio de la circulación de una nueva variante, debe ser tomada “con calma”. Sin embargo, coincide en los argumentos entregados por el CDC sobre el desarrollo de la enfermedad en los primeros días tras la exposición. “Tenemos un buen número de casos, pocos comparados con otros países, situación que se debe principalmente a la vacunación y a lo estrictas que han sido las otras medidas adicionales”, plantea.
Pese a ello, y “conociendo la biología del virus” -señala el infectólogo- y los períodos de incubación, “habría que analizar en detalle la propuesta, pero dada la situación epidemiológica es algo que tiene que discutirse y ser tomado en cuenta”.
Más cautela pone la infectóloga de la U. de Chile Jeannette Dabanch. La facultativa expone que la medida ha sido criticada en EE.UU., pues una flexibilización de las medidas, en estos momentos, no conduce al objetivo de lograr el control de la pandemia. “Tenemos una variante con mayor capacidad de evadir el sistema inmune. Y una de las medidas que han funcionado, además de la mascarilla y la vacunación, es el aislamiento de los casos. Controlar el contacto con personas contagiadas ha sido muy beneficioso. Flexibilizar, en momentos donde ya sabemos que las variantes tienen ventajas evolutivas con respecto al contagio, se aleja del objetivo de control de la pandemia. Sin embargo, son medidas que hay que evaluar”, concluye.
En el Ministerio de Salud, en tanto, señalan que, de momento, la medida de la CDC no está siendo analizada.