El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ha afirmado este miércoles que Washington se muestra confiado en que Finlandia y Suecia tengan un proceso de adhesión a la Alianza Atlántica “efectivo” y “eficiente” en el marco de los recelos por parte de Turquía.

La adhesión de un país a la OTAN depende de que todos los Estados miembro, 30 en la actualidad, den su visto bueno, por lo que la aprobación de Turquía es imprescindible para que Suecia y Finlandia completen un proceso que se ha acelerado por la ofensiva militar rusa sobre Ucrania.

“Espero que estas diferencias se resuelvan. Espero que la OTAN hable con una sola voz y apoye a Finlandia y Suecia al final del día”, ha dicho Sullivan, mostrándose confiado en que las preocupaciones de Ankara puedan ser abordadas, tal y como ha recogido la agencia de noticias turca Anatolia.

Sullivan también ha señalado que ambas naciones mantienen negociaciones “directas” con Turquía para llegar a un acuerdo. Estas declaraciones se producen en el marco, además, de la reunión prevista entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, en Nueva York, según ha recogido el diario ‘Financial Times’.

El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha mostrado reacio esta semana a permitir de forma automática la entrada de Suecia y de Finlandia en la OTAN, advirtiendo de que no dará el visto bueno a “países que apoyan el terrorismo”.

“La OTAN es una alianza de seguridad y Turquía no puede aceptar que esta seguridad esté en peligro”, ha dicho Erdogan este miércoles, horas después de que Suecia y Finlandia formalizasen sus solicitudes de ingreso en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas.

El mandatario, que ha hablado durante una reunión de su partido, ha sugerido a suecos y finlandeses que ni “se molesten” en ir a Turquía y ha pedido al resto de socios de la OTAN que “entiendan” la “sensibilidad” turca, según medios locales.

Erdogan recrimina a Suecia que se niegue a extraditar a “terroristas”, en alusión a personas vinculadas a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). “No nos dan a los terroristas pero piden que les aceptemos en la OTAN”, ha esgrimido en su discurso.

Además de las negativas de extradición, que también se extienden a supuestos aliados del clérigo Fetulá Gulen -acusado del fallido golpe de 2016-, Ankara afea a los dos países nórdicos los embargos armamentísticos impuestos tras la ofensiva militar turca en el norte de Siria.