A pocos días del inicio del verano en Europa, el termómetro no para de subir. A partir de este miércoles, la primera gran ola de calor de la temporada promete causar estragos y amenaza con romper un récord de hace 70 años. De 35° C previstos en varios países del Viejo Continente, el fenómeno climático que podría extenderse hasta la próxima semana se enmarca en el ingreso de aire muy cálido proveniente de África, sumado a condiciones de inestabilidad atmosférica y a una fuerte insolación propia de estación.
España con las ventanas cerradas
La precocidad de la ola de calor ha desatado temor entre la ciudadanía al tiempo que oficinas regionales han publicado una serie de recomendaciones para enfrentar las altas temperaturas de 2019. "Es probable que la ola de calor persista, al menos, hasta el domingo 30 (de junio). No se descarta que puedan prolongarse durante los primeros días de julio en algunas zonas", afirmó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), acotando que las temperaturas alcanzarán valores significativamente altos en la Península y las islas Baleares.
Hasta 10° más de lo habitual y con posible récord en 17 capitales de provincias por sobre los 40°, los españoles se preparan para la ola de calor que iría d norte a sur. En el caso de Madrid, la capital tendrá su punto más álgido el fin de semana, con máximas de 41°, mientras que en el valle del Ebro y las cuencas media y alta del Tajo, Guadiana y Guadalquivir se esperan temperaturas más elevadas, pudiendo superar los 42º. Debido a la intensidad, a la duración y a la extensión del episodio climático desde la AEMET lo consideran "excepcionalmente adverso" y por lo mismo emitieron un "aviso especial".
Las recomendaciones y consejos para los próximos días van desde hidratarse y beber agua de manera constante a evitar transitar por las calles en las horas más peligrosas. Esto, porque las mínimas tampoco darán tregua en España, ya que se mantendrán por sobre los 20° en varias zonas y podrían no descender de los 25°, por lo que también se sugiere mantener las ventanas cerradas de los hogares. Otra de las sugerencias es utilizar ropa ligera y de colores claros, posiblemente de algodón, ya que permite la evaporación adecuada del sudor.
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Un grupo de mujeres sortean las altas temperaturas al costado de la Torre Eiffel. Foto: Reuters.[/caption]
Francia en alerta naranja
En Francia las autoridades emitieron una alerta naranja para la región parisina. El país teme que se repita una ola de calor como la de 2003, que provocó la muerte de unas 15.000 personas, especialmente de la tercera edad. En esta oportunidad la alerta nivel 3 (sobre 4) se lanzó para resguardar a personas sin hogar, niños y adultos mayores enfermos.
Con el objetivo de combatir las altas temperaturas el gobierno galo instaló unas 900 "salas frescas", cuya térmica es menor que la de las calles, así como vaporizadores de agua y fuentes temporales en lugares públicos. Además, se permitió la apertura nocturna de parques y jardines, junto con la instalación de ventiladores en establecimientos educacionales como guarderías y colegios. El Ministerio de Educación decidió posponer durante cuatro días los exámenes nacionales para 800 mil escolares de 15 a 16 años de edad, hasta el 1 y 2 de julio, explicando que no podría "comprometer la salud de sus alumnos".
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Una joven camina a través de una fuente de agua en el barrio del gobierno en Berlín, Alemania. Foto: Reuters[/caption]
Alemania y el "ejemplo" de Merkel
Fue el martes pasado cuando la canciller alemana, Angela Merkel, sufrió temblores corporales en público que alertaron a la ciudadanía. En esa oportunidad, la líder de Alemania atribuyó sus espasmos al calor que se registra por estos días en Berlín, mientras recibía al Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski. Ese día las temperaturas alcanzaron los 30° en la capital germana.
"Una ola de calor está llegando a Alemania", advirtió el Servicio Meteorológico Aleman (DWD). Las temperaturas más intensas tendrán núcleo en las áreas del sur de ese país, donde los agricultores temen que se dañen sus cosechas. Esta semana la subida térmica, que prevé sea la más calurosa del año, podría alcanzar los 40° en los estados occidentales de Baden-Wurtemberg, Renania-Palatinado y el Sarre. De cumplirse este pronóstico, se establecería una nueva marca histórica, ahora situada en los 38,2° registrados en junio de 1947 en Frankfurt. No obstante, no se espera que se supere el récord anual registrado en 2015 en Kitzingen (al sur), con 40,3°.
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Un hombre se hidrata con una botella de agua en un caluroso día en un parque en Bruselas. Foto: Reuters[/caption]
Bélgica un paso adelante
La primera ola de calor comenzó el domingo en Bélgica y pareciera estar lejos de acabar. Las temperaturas para los días martes, miércoles y jueves podrían superar fácilmente los 30° o más en gran parte del país, adelantándose varias semanas a la de 2018, que comenzó el 13 de julio.
El "Plan Ola de Calor" que ha estado funcionando todos los años desde 2005, es operado por el Centro Público para la Acción Social de Bruselas, con el apoyo del municipio y la policía. Este se activó tan pronto las temperaturas alcanzaron los 28°. Una vez que se puso en marcha, los equipos de distintos centros vecinales se pusieron en contacto con una serie de usuarios registrados para verificar su situación y coordinar la repartición de agua, entre otros. También se ha realizado un llamado a mayores de edad, desempleados o discapacitados que no formen parte de la inspección a inscribirse en el grupo.