Entre cuarta y quinta ola, dependiendo del país, este otoño boreal ha puesto de nuevo a Europa en el epicentro pandémico: entre septiembre y noviembre la cantidad de muertes se duplicó, pasando de 2.100 diarias a 4.200. Los expertos aseguran que este retroceso se debe al relajo de las medidas de autocuidado durante el verano, en el que muchos países llegaron a sacarse las mascarillas y permitir movilidad total.
Junto con esto, se tienen las relativamente bajas tasas de vacunación en el continente, sobre todo en las secciones centrales y del este, donde países como Ucrania, Bosnia Herzegovina y Bulgaria no superan el 25% de los inmunizados. En países más populosos, la inmunización tampoco es tan alentadora: 67% en Alemania, 53% en Polonia y 65% en Austria, donde más tensión están trayendo las medidas anticovid. Otro factor en la situación europea es la presencia de la varienta delta del virus, conocida por su alta transmisibilidad.
“Probablemente para el fin del invierno, más o menos todos en Alemania estarán vacunados, curados o muertos”, declaró el ministro de Salud teutón Jens Spahn. “Suena cínico, pero es la realidad”, insistió el funcionario, enfatizando en la importancia de vacunarse.
La Organización Mundial de la Salud alertó este martes respecto de la situación europea, señalando que de acá a marzo 2022, lo más probable es que el Viejo Continente llegue a los dos millones de muertos por Covid desde el inicio de la pandemia. Esto es particularmente grave, porque la región ya cuenta con un millón y medio de muertos, por lo cual los siguientes cuatro meses se vaticinan particularmente mortíferos. El virus es hoy la razón número 1 de muertes, tanto en Europa como en Asia central.
El número de contagios se ha disparado desde que los europeos volvieron de vacaciones en septiembre. Solo en octubre, los casos semanales se cuadruplicaron en Alemania y Países Bajos, mientras que en Austria se llegaron a quintuplicar. En los 21 primeros días de noviembre, 829 mil alemanes se contagiaron de Covid, duplicando y superando a los 358 mil de octubre, en una progresión que ha sido la tónica en Europa Central.
La gravedad del alza no solo implica más contagios, sino muchos más pacientes en situación crítica. En los Países Bajos, a causa del colapso en las UCI se han visto obligados a transferir pacientes a Alemania.
En la comisión europea de Salud, la comisaria Stella Kyriakides afirmó que Europa se encuentra “sumida en una nueva ola de la pandemia”, y apuntó a que esta nueva crisis sanitaria estaba impulsada por las personas que no se han vacunado.
Austria es el país que con mayor dureza ha enfrentado esta nueva ola, anunciando que la vacunación será completamente obligatoria a partir de febrero 2022. Además, fue el primer país en imponer un cierre nacional completo este otoño, obligando a sus ciudadanos a quedarse en casa excepto para salir a comprar o ir al médico, tal como en las cuarentenas del 2020.
El primer ministro de la vecina Eslovaquia, Eduard Heger, vio con buenos ojos estas medidas, de tal modo que reconoció estarlas estudiando “intensamente”, aunque hay discrepancias en su mismo partido. Este país es el que tiene, hoy por hoy, la mayor tasa de contagios en el mundo: 2.300 casos confirmados en los últimos 14 días, cada 100 mil personas.
Países Bajos, mientras tanto, puso un cierre parcial de tres semanas, en el que los bares y restoranes tendrán que cerrar temprano. En los eventos deportivos, mientras tanto, no habrá presencia de multitudes. Por su parte, Bélgica endureció sus reglas en el uso de mascarillas, y se impuso trabajar cuatro días a la semana desde casa para la mayoría de los habitantes. Medidas similares se auguran para Alemania, Grecia y República Checa.
Este fin de semana, a raíz de las medidas anticovid, una serie de capitales europeas vivieron manifestaciones. El sábado, 40 mil personas marcharon por Viena en una convocatoria lanzada por el partido de ultraderecha FPÖ (Partido de la Libertad). El movimiento ha estado alentando a los antivacunas y escépticos del Covid, y su líder, Herbert Kickl, afirmó que los nuevos confinamientos están convirtiendo a Austria en una “dictadura”. El político, por lo demás, se encuentra en cuarentena, ya que dio positivo en Covid.
En Croacia la reacción al confinamiento tomó carices religiosos, cuando en una manifestación de cerca de 15 mil personas aparecieron pancartas con imágenes de la Virgen María y Jesús. La convocatoria, liderada por organizaciones de ultraderecha y asociaciones católicas conservadoras, se oponía a los pases Covid y a las vacunas. Muchos de sus participantes fueron sin mascarillas.
Pero han sido los Países Bajos los más afectados por estas protestas, sumando más de 145 detenidos en la suma de las marchas en Rotterdam, La Haya y Enschede y otras ciudades neerlandesas. La policía disparó al aire y llegó a realizar tiros directos, en lo que el alcalde de Rotterdam llamó una “orgía de violencia”. En Bruselas, la capital de la vecina Bélgica, una manifestación a la que asistieron 35 mil personas terminó en enfrentamientos con zorrillos de la policía.