El expresidente de Colombia Álvaro Uribe deberá ir a juicio por la supuesta comisión de los delitos de fraude procesal y manipulación de testigos, luego de que una jueza rechazó cerrar una investigación en contra del influyente político, reactivando en plena campaña presidencial un proceso judicial profundamente polarizado.
La Fiscalía decidió no apelar el fallo ante un tribunal superior. Por lo tanto, se abren dos opciones para el organismo acusador: primero, volver a presentar una solicitud de preclusión con nuevas pruebas y argumentos más sólidos, o presentar el escrito de acusación, es decir, irse a juicio, según explicó a The Associated Press Camilo Burbano Cifuentes, especialista en derecho penal y profesor de la Universidad Externado de Colombia.
El inicio del proceso de Uribe Vélez, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, se remonta al 2012, cuando demandó al congresista de izquierda Iván Cepeda, su opositor político, por presuntamente buscar en cárceles testimonios de paramilitares de forma irregular para que declararan en contra del expresidente, con el objetivo de vincularlo con la creación de un grupo paramilitar.
Sin embargo, el proceso dio un giro cuando en 2018 la Corte Suprema de Justicia cerró la denuncia contra Cepeda al no encontrar méritos y, en cambio, abrió un nuevo proceso contra Uribe para investigar si fue él quien presuntamente intentó manipular a testigos en contra de Cepeda.
La corte imputó a Uribe por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos y ordenó el arresto domiciliario del entonces senador por dos meses en el 2020, argumentando “posibles riesgos de obstrucción de la justicia” en el recaudo de pruebas. Sin embargo, Uribe renunció a su escaño en el Senado y con esto la corte perdió competencia en su caso y trasladó el proceso a la Fiscalía, que luego decidió no llamarlo a juicio, es decir, pedir que el proceso precluyera.
La decisión estaba en manos de una jueza, que el miércoles emitió un fallo en una audiencia de 12 horas, en la que argumentó por qué no acogió la mayoría de los argumentos de la Fiscalía que pedía, al igual que la defensa y el Ministerio Público, terminar anticipadamente el proceso contra Uribe al no hallar “responsabilidad penal del procesado”.
La jueza cuestionó que la Fiscalía no agotara la búsqueda de pruebas al no llamar a declarar a personas que podían ayudar a esclarecer partes del proceso. También cuestionó a la Fiscalía cuando esta afirmó que había una certidumbre total en torno a que Uribe no tuvo ninguna participación como autor, coautor o cómplice en los presuntos delitos.
El senador Cepeda, quien fue reconocido como víctima en el proceso, celebró en un mensaje de Twitter la decisión de la jueza: “Por primera vez, un expresidente de la República asumirá su responsabilidad penal ante un juez”.
“A la mayor brevedad”
Cepeda asumió este jueves la voz de las víctimas del caso Uribe, luego de que se anunciara la decisión de dar continuidad al proceso por el que se señala al expresidente de soborno a testigos y fraude procesal. En ese sentido, el senador hizo un llamado al fiscal general Francisco Barbosa para que Uribe vaya a juicio “a la mayor brevedad posible”.
“Esperamos que haya acatamiento y respeto por nuestros derechos y que la Fiscalía llame cuanto antes a responder ante un tribunal al imputado Álvaro Uribe”, señaló Cepeda en conferencia de prensa.
Además, el senador del izquierdista Polo Democrático Alternativo expresó que la decisión de continuar con el caso -pese a la solicitud de preclusión por parte del ente acusador- evidencia “que hay suficientes probatorios que demuestran la responsabilidad que ha tenido Álvaro Uribe en los delitos de sobornos en actuación penal y fraude procesal”, y destacó, según consigna el diario El Colombiano, que “por primera vez un jefe de Estado va a tener que comparecer ante un juez para asumir su responsabilidad penal frente a hechos muy graves”.
Según Reuters, la condena en el caso podría significar una pena de prisión de hasta 12 años para Uribe, mentor político del Presidente Iván Duque. Colombia enfrenta elecciones presidenciales el próximo 29 de mayo, donde el izquierdista Gustavo Petro aparece como el candidato favorito. La última encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) le da el 38% de intención de voto, seguido por Federico Gutiérrez, con el 23,8%, quien se consolida como la opción de derecha tras lograr el apoyo del Partido Liberal.
En marzo, Óscar Iván Zuluaga, el candidato del uribismo y del partido de gobierno, retiró su candidatura presidencial. “En vista de los resultados electorales (en las primarias y las legislativas), y la necesidad de unidad por el bien de Colombia, he tomado la decisión personal de renunciar a la candidatura presidencial por el Centro Democrático para acompañar la aspiración de Federico Gutiérrez”, dijo Zuluaga en un video.