El expresidente de Bolivia, Evo Morales, dijo el lunes que se siente perseguido por la justicia de Perú después que la Fiscalía de ese país lo llamara a declarar por un proceso de traición a la patria.

“Las citaciones y amenazas de extradición promovidas por la derecha peruana y boliviana son parte de la persecución para que no denunciemos la masacre de nuestros hermanos indígenas de Perú”, escribió el exmandatario en su cuenta de Twitter en respuesta a la citación de las autoridades vecinas.

Morales no especificó si concurrirá a responder por los cargos.

El actual líder del partido de izquierda gobernante en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS), debía presentarse vía virtual en marzo para declarar, pero no lo hizo. La fiscalía peruana ha reprogramado para mayo una nueva audiencia.

La justicia peruana había abierto una causa por “atentado contra la integridad nacional” y traición a la patria ante pronunciamientos de Morales sobre las protestas que se desarrollaron en Perú de diciembre a febrero, tras la destitución del entonces presidente Pedro Castillo y su reemplazo por la ahora mandataria Dina Boluarte.

A inicios de año, el gobierno y el Congreso peruano señalaron a Morales por presunta intervención en asuntos nacionales de Perú desde Bolivia y le prohibieron el ingreso a territorio peruano, tras declararlo persona no grata.

Políticos peruanos cuestionan la participación de Morales y de su entorno en reuniones con grupos opositores al gobierno de Boluarte en la frontera de Bolivia y Perú. Las críticas aumentaron tras las iniciativas secesionistas de algunos colectivos que plantean que el sur peruano se separe como Estado independiente.

El actual presidente boliviano, Luis Arce, heredero político de Morales, no ha reconocido al gobierno de Boluarte.

Juristas peruanos han señalado que si el expresidente boliviano no se presenta, tendrá complicaciones debido a que el fiscal puede solicitar su extradición para lograr una detención preventiva.