La primera vez que James Comey, el ex director del FBI, vio a Donald Trump en persona le pareció más bajo que en televisión, con las manos pequeñas y el rostro anaranjado. En su libro, "A Higher Loyalty" (Una lealtad mayor), Comey retrata al Presidente de EE.UU. como un "mafioso y egocéntrico".
En el libro, que se publica casi un año después del insólito despido del entonces director del FBI, Comey explica que nunca se llevó bien con el empresario que ganó las elecciones contra todo pronóstico. Comey fue responsable de supervisar la investigación del escándalo de los correos de Hillary Clinton durante la campaña electoral de 2016. Su rol en la elección presidencial fue altamente polémico y por ello ha sido citado como factor decisivo en la derrota de Clinton frente a Trump.
A lo largo de las 304 páginas del libro, estas diferencias con la administración Trump se perciben cuando, por ejemplo, no duda en acusar al Presidente de "falta de ética y egocentrismo" y lo describe como un "acosador, un mentiroso congénito, vacío de emociones y desligado de la verdad".
El 8 de junio de 2017, Comey fue citado a declarar ante la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense para esclarecer una posible obstrucción a la justicia por parte de Trump. En ese sentido, en el libro no hay grandes sorpresas legales que alimenten el caso contra el mandatario. Sin embargo, el autor se muestra consciente de que sus palabras ante el Comité de Inteligencia sirvieron de base para la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, que desde hace casi un año lidera las indagatorias sobre la supuesta intervención por parte de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Entre los capítulos más controvertidos del libro, figura una escena de 2013 en la suite presidencial del Hotel Ritz-Carlton de Moscú, donde supuestamente un grupo de prostitutas orinó a petición de Trump en la misma cama en la que había dormido el matrimonio Obama. Sobre el tema, Comey dice que "aunque no lo sé con seguridad, me imaginé que la suite presidencial del Ritz-Carlton de Moscú era lo suficientemente grande para que un germófobo guardara una distancia de seguridad respecto a la actividad", escribe Comey con el puñal en la mano.
Una "bola de baba"
El protagonista del libro, Donald Trump, apenas dejó pasar unas horas antes de arremeter contra el exdirector del FBI. "James Comey es un filtrador y un mentiroso. Prácticamente todo el mundo en Washington pensaba que debía ser despedido por el trabajo que hizo. Filtró información clasificada, por lo que debería ser perseguido. Mintió al Congreso bajo juramento. Es débil y una bola de baba mentirosa que fue un terrible director del FBI. Su gestión del caso de la corrupta Hillary, y los acontecimientos que lo rodearon, serán conocidos como uno de los peores desastres de la historia. ¡Fue un gran honor para mí despedir a James Comey!", escribió en su cuenta personal de Twitter.