Daniel Domscheit-Berg fue durante dos años y medio el número dos de WikiLeaks bajo el seudónimo de Daniel Schmitt. Durante su carrera en esta organización, el informático alemán de 41 años trabó una estrecha amistad con Julian Assange. Pero la relación se rompió en septiembre de 2010, cuando Domscheit-Berg cuestionó las cualidades de liderazgo del hacker australiano.

Fue precisamente en su libro Dentro de WikiLeaks, publicado en 2011, donde Domscheit-Berg habla de su desilusión con Assange, al que califica de delirante y ansioso de poder. Surgieron disputas por cuestiones de dinero, falta de transparencia y la creencia del activista australiano en teorías conspirativas, afirma en el texto. En esta entrevista con La Tercera, el exportavoz de WikiLeaks y creador luego del sitio OpenLeaks -hoy inactivo- se refiere a la caída del que fuera su más fiel confidente.

¿Qué piensa de la decisión de Ecuador de revocar el asilo a Julian Assange?

Creo que no es realmente una sorpresa. Me sorprendió bastante el tiempo durante el cual pudieron coexistir en un espacio tan limitado. Sin embargo, esta decisión tiene consecuencias de gran alcance para Julian, naturalmente, aunque también para la prensa libre y para los informantes, por lo que necesitamos ver con cuidado qué sucede a continuación y asegurarnos de que esto no siente un terrible precedente.

Washington acusa a Assange de "conspiración para infiltrar" los sistemas gubernamentales con información clasificada. ¿Cree que ésta es la verdadera razón por la que Estados Unidos solicita su extradición?

Estoy seguro de que hay muchas más razones del "por qué" el gobierno de Estados Unidos quiere arrestar a Julian, la lista de publicaciones y vergüenzas es larga. Sin embargo, sería muy difícil argumentar en contra de los derechos de WikiLeaks como una organización de prensa y de Julian como su editor/editor en jefe, dada la fuerza de la primera enmienda. Así que esta "conspiración para infiltrarse" es un vector de ataque que el gobierno de Estados Unidos identificó para poder perseguir y procesar a Julian por sus actividades de WikiLeaks.

¿Considera que Assange fue demasiado lejos con las filtraciones de WikiLeaks, contribuyendo de alguna manera a generar la molestia de distintos gobiernos?

Pienso que WikiLeaks ciertamente estaba forzando un límite, y quizás, a veces, lo hacía de manera demasiado agresiva y unilateral. Pero aún así fue, a pesar de los errores que ciertamente se cometieron, una importante barrera que había que empujar. El mundo necesita más transparencia, más control independiente de los poderes existentes y, ciertamente, también más controles y balances cuando se trata de gobiernos. Si esto es una molestia para ellos, bueno, entonces tendrán que vivir con eso.

¿Cómo responderá WikiLeaks al arresto de Assange? ¿La organización podría filtrar nuevos documentos secretos en represalia?

No tengo idea para ser honesto. Lo que sí puedo decir es que ha habido en el último tiempo un montón de filtraciones y solo se han publicado documentos de clase mundial.

¿Cómo describiría a Julian Assange? ¿Cómo llegó a convertirse en amigo de él?

Alguna vez fuimos buenos amigos, sí, al menos desde mi punto de vista. Sin embargo, trabajar con él se volvió intolerable en 2010, cuando con toda la fama de la plataforma y con el dinero que entraba, el trabajo con él se hizo cada vez menos confiable. Cualquier base para la confianza se erosionó. Se volvió cada vez más narcisista, comportándose como un aspirante a dictador. Para mí y para otros, este no era el entorno en el que queríamos dirigir un proyecto de este tipo, no nos importaba el riesgo en sí, pero sí nos importaba esa forma errática y, por lo tanto, impredecible de ejecutar tal espectáculo.