El fiscal a cargo del equipo que investiga al expresidente de Perú, Alejandro Toledo, por presuntos delitos de corrupción durante su gobierno, indicó que el exgobernante “se niega a entregarse voluntariamente” a las autoridades judiciales de Estados Unidos pese a que conoce su cercana extradición a su país.

El persecutor Rafael Vela dijo que no obstante que Toledo ya conoce que la justicia norteamericana aprobó su extradición a tierras peruanas para que continúen las investigaciones que recaen sobre él, se resiste a la medida decretada por los tribunales estadounidenses, según reporta la emisora RPP.

La justicia norteamericana decidió variar el arresto domiciliario que cumplía el exmandatario por una detención, una situación que terminará luego que sea extraditado al Perú.

Para que esta circunstancia ocurra, se realizará una audiencia el próximo 9 de marzo en la que el juez Thomas Dixon decidirá el futuro de Toledo, quien deberá ser procesado por lavado de activos y colusión por el caso Interoceánica. Dixon fue el juez que dio la venia para la extradición.

El fiscal Vela sostuvo que Alejandro Toledo, al ser notificado por las autoridades norteamericas que deberá ser extraditado a territorio peruano para que las pesquisas sigan su curso, podía optar “voluntariamente” por entregarse y ser detenido inmediatamente. Sin embargo, se rehusó a acatar esta normativa y “ha decidido no ponerse a derecho”.

Vela también rechazó este accionar del exmandatario, pues aseguró que la población peruana “reclama que venga a responder por los graves cargos que penden contra él, de lavado de activos, de colusión, de tráfico de influencias …”.

El fiscal Alfredo Rebaza, jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía precisó que el proceso de extradición contra Toledo no debe sobrepasar las siete u ocho semanas próximas.

“Esperemos incluso que sea menos”, dijo Rebaza, pues aún la parte legal puede apelar este caso. Sin embargo, afirmó, el proceso de extradición ya “pasó por todas sus etapas”, es decir, se debería ejecutar lo más pronto posible pero antes de eso, él deberá ser detenido para que se lleven a cabo las decisiones sobre su traslado.