El derrocado presidente de Perú, Pedro Castillo, se negó a colaborar con la Fiscalía Nacional en la investigación que desarrolla para esclarecer los hechos que provocaron que el Congreso votara por la destitución del gobernante izquierdista.
La fiscal Patricia Benavides le solicitó al exmandatario que se sometiera a la colaboración eficaz con el propósito de que revelara las personas que estuvieron involucradas con la redacción del mensaje en el que anunció la disolución del Parlamento, el pasado 7 de diciembre.
El objetivo que buscaba la persecutora era que Castillo especificara quién o quiénes redactaron el mensaje de lo que se calificó como “golpe de Estado”.
Fuentes del Ministerio Público -a las que tuvo acceso el diario limeño La República-, el ex jefe de Estado se negó a colaborar con la justicia y optó guardar silencio al respecto.
El exmandatario continuará detenido en una unidad policial limena hasta que el Poder Judicial resuelva el requerimiento de prisión preventiva por 18 meses que solicitó la Fiscalía por los presuntos delitos de rebelión y conspiración.