El ex CEO de Starbucks, Howard Schultz, está considerando postularse como candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos, según confirmó el fin de semana a través de Twitter. Aunque no es la primera vez que muestra interés en hacerlo, esta vez la sola opción ha generado revuelo en la escena política de ese país.
Las especulaciones sobre su interés por llegar a la Casa Blanca comenzaron en junio de 2018, cuando se retiró de su cargo como presidente ejecutivo de Starbucks, y comenzó a comentarse que se presentaría como carta demócrata. Sin embargo, esta semana confirmó que estaba "considerando seriamente" presentarse como centrista independiente para el 2020. Esto extrañó a muchos, especialmente considerando que en el último tiempo ha donado casi US$ 150.000 a campañas demócratas.
Bastó su anuncio en Twitter para que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, comentara a través de la misma red social que Schultz no tiene las "agallas" para postularse a la presidencia.
Consultado en el programa The View de la cadena ABC sobre su decisión de alejarse del bipartidismo, Schultz aseguró que el problema actual de los estadounidenses es la "toxicidad y la falta de compromiso" por parte de ambos partidos. Además, en una entrevista con CBS dijo que si se postulara como demócrata "tendría que ser poco sincero y decir cosas que no creo, porque el partido se ha desplazado mucho hacia la izquierda".
Con 65 años, Schultz enfrentaría las elecciones como un hombre blanco mayor que nunca se ha postulado para un cargo y cuyo nombre no tiene reconocimiento nacional. Sin embargo, tiene una fortuna estimada de US$ 3.300 millones, lo que podría jugarle a favor. El empresario, quien creció en un proyecto de viviendas públicas en Canarsie, Brooklyn, se transformó en multimillonario al convertir a Starbucks en una cadena mundial de café.
Schultz fue CEO de Starbucks entre 1986 y 2000 y nuevamente en el período 2008-2017, así como presidente ejecutivo de la empresa en los años 2017 y 2018. Antes fue propietario de Seattle SuperSonics, un antiguo equipo de básquetbol. En 2016, Forbes lo situó como la 232ª persona más rica de EE.UU.
A juicio de los analistas, la abundancia de candidatos demócratas favorecería a Schultz, porque la fragmentación en las primarias reducirá el apoyo a cualquier demócrata en particular. Según una encuesta de Marist, el 42% de los estadounidenses se considera independiente. Schultz usaría su audacia y dinero para convencer a esos electores, además de hacerlos sentir empoderados por el hecho de que no se identifican con ninguno de los principales actores políticos. También podría apelar a los votantes republicanos que no quieran a Trump como candidato en 2020, que según un estudio de The Washington Post, son uno de cada tres.
Sin embargo, las estadísticas no favorecen a Schultz, ya que no ha habido candidaturas presidenciales exitosas de un tercer partido en EE.UU. en el último tiempo, aunque la dinámica excepcional de las elecciones de 2020 podría crear una ventana de oportunidad única para el empresario.
Los demócratas están preocupados por esta eventual candidatura, porque podría dividir mucho los votos en una elección general, tal como lo hicieron los independientes Ross Perot en 1992 y Ralph Nader en 2000. Así lo manifestó Kevin Kruse, profesor de Historia de la U. de Princeton, quien criticó las intenciones de Schultz, asegurando que lo único que conseguiría sería contribuir a la reelección de Trump. El académico explicó a La Tercera que las posturas de Schultz "lo posicionan en el ala centrista del Partido Demócrata, así que si se postulara como independiente sacaría votos de ahí, y si lo hiciera en estados clave, podría ser decisivo a nivel nacional".