A los 100 años de edad murió Henry Kissinger, exsecretario de Estado de Estados Unidos y uno de los políticos más influyentes de Occidente.
Su deceso fue anunciado la noche de este miércoles en un escueto comunicado por su firma consultora sin entregar mayores detalles sobre las causas de su fallecimiento. “El Dr. Henry Kissinger, un respetado académico y estadista estadounidense, murió hoy en su residencia en Connecticut”, reseñó la declaración.
Kissinger -quien nació el 27 de mayo de 1923, en Fürth, Alemania- ocupó el relevante cargo de Secretario de Estado en el gobierno estadounidense entre 1973 y 1977, durante los mandatos de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford.
El veterano político norteamericano ganó el Premio Nobel de la Paz en 1973 por haber contribuido a una tregua temporal en la guerra de Vietnam, la cual dejó más de 58.000 soldados norteamericanos muertos.
Kissinger fue uno de los artífices del orden mundial que siguió después del fin de la Segunda Guerra Mundial y fue clave en el papel de Estados Unidos como actor hegemónico durante décadas.
Considerado el diplomático estadounidense más importante en el siglo XX, fue clave en el acercamiento de China a Washington. Pero también fue criticado por sus oscuras operaciones, como la que llevó a la caída del presidente de Chile, Salvador Allende.
Desde Washington articuló acciones como el Plan Cóndor, para desestabilizar gobiernos latinoamericanos y apoyar golpes de Estado como el de Chile en 1973 (“No veo por qué tenemos que esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”, comentó sobre el gobierno del mandatario socialista.
Tras su retiro de la vida pública, era frecuentemente consultado sobre temas de política exterior por parte de figuras de la política y entrevistado en los principales programas de debate político.
Es así que después de renunciar a sus funciones públicas en 1977, con sólo 53 años, y pese a que ningún presidente estadounidense lo nombró para un cargo relevante en el gobierno, Kissinger se las arregló para permanecer vigente hasta sus últimos días. Independiente de su afiliación política, todos los mandatarios –desde Nixon a Trump- escucharon e incluso aplicaron muchos de sus consejos.
Varios de los presidentes que siguieron a Nixon, en especial los dos Bush, padre e hijo, lo buscaron como guía y hasta como consuelo, Bush hijo, cuando Al Qaeda derribó las Torres Gemelas de New York, el 11 de septiembre de 2001.
Ya en el centenario de su existencia, que había cumplido el pasado 27 de mayo, se mantuvo en su rol de considerado analista político, intentando incluso aconsejar al expresidente Donald Trump. Así como favoreció a China en los años 70, recurriendo a Mao Tse Tung para alterar el potencial de la URSS en manos de Leonid Brezhnev, durante el mandato de Trump lo aconsejó acercarse a la Rusia de Vladimir Putin para contrarrestar el creciente poderío económico del gigante chino.