Un escándalo de enormes proporciones e impensadas consecuencias complica por estos días la reputación de Facebook. La red social más popular del mundo vive su mayor crisis producto de nuevas revelaciones sobre manipulación de datos de sus usuarios, lo que podría generar un impacto en la regulación de las leyes electorales a nivel global.

A pesar de que Facebook negó cualquier tipo de responsabilidad en el caso, la situación ha provocado una tormenta política a escala mundial, con congresistas desde Estados Unidos y Reino Unido exigiendo al presidente ejecutivo de la compañía, Mark Zuckerberg, romper su silencio y acudir a testificar ante la justicia por la fuga de información de 50 millones de clientes para generar perfiles de votantes.

Durante el fin de semana, una investigación realizada por The New York Times y The Observer, denunció que desde 2015 Facebook tuvo conocimiento del acceso indebido por parte de Cambridge Analytica, una empresa de recopilación de datos, a antecedentes de miles de usuarios con el objetivo de influir en su decisión en elecciones como la del Brexit en Reino Unido en 2016 y las elecciones en Estados Unidos ese mismo año.

Desde el Capitolio existe una creciente presión sobre los entes reguladores para tomar cartas en el asunto y exigir a la red social todo tipo de responsabilidades en el caso.

La demócrata de Minnesota, Amy Klobuchar, emplazó a Zuckerberg a comparecer ante el Comité Judicial del Senado para esclarecer lo ocurrido con el robo de datos. Además los procuradores generales de Massachusetts y Nueva York enviaron una carta a Facebook con el objetivo de iniciar una investigación conjunta y solicitar documentos sobre violaciones de los términos del servicio.

La situación podría llegar a tal punto que si la indagatoria arroja que Facebook violó un decreto que regula el permiso a terceros para recoger información de la aplicación antes de compartirla, deberá pagar millonarias multas.

Desde Reino Unido también están intentando aclarar los hechos para saber si la compañía de Zuckerberg hizo lo suficiente como para proteger los datos de sus clientes, después de que su equipo fue advertido que la consultora política contratada para la campaña de Trump, tomó información de manera inapropiada.

Damian Collins, presidente del comité de Asuntos Digitales de la Cámara de los Comunes señaló este martes durante que es necesario que alguien asuma la responsabilidad del caso. "Es momento de que Zuckerberg deje de esconderse detrás de su página de Facebook", dijo.

La comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, que prepara su pronta llegada a Washington, anunció que pedirá declaraciones de los implicados para identificar cualquier tipo de uso fraudulento de información. "Horrible si se confirma", escribió en su cuenta de Twitter y agregó: "No queremos esto en la Unión Europea".

Como si fuera poco, la Comisión Europea, que se encuentra afinando detalles para aplicar un nuevo impuesto a gigantes digitales (entre ellos Facebook), también instó a aclarar el asunto.

Las consecuencias

La crisis que enfrenta Facebook ha generado un mar de dudas sobre la necesidad de aplicar cambios en la legislación electoral actual. También ha puesto de manifiesto sobre si ya llegó el momento de regular las actividades de la red social de cara a un importante ciclo mundial de comicios en 2018, especialmente en América Latina.

"Esta es una pregunta de vital importancia, no solo por lo que ha hecho Facebook, sino por la amenaza regulatoria en Europa y EE.UU", dijo a La Tercera William Barclay, de la Michigan State University. Según el experto, mirar a la red social como una plaza pública en la que los ciudadanos aparecen voluntariamente, no genera expectativas de privacidad ni confidencialidad. "La única forma de prevenir es establecer por ley y regulación un requisito que los terceros no puedan tomar nota o hacer uso de tales divulgaciones", sentenció.

Para el cientista político, Michael Cornfield, "el problema de privacidad no radica en Cambridge Analytica sino en Facebook, Google, Twitter y otras plataformas de medios sociales que venden información sobre individuos a los anunciantes". En esta misma línea, el encuestador y analista estadounidense, John Zogby, sostiene que pese al escándalo "no habrá ningún tipo de implicancia política, simplemente porque este tipo de situaciones han ocurrido durante años".

Pero mientras Facebook decidió suspender la cuenta de Cambridge Analytica, desde la cuestionada firma se jactaron de su rol para lograr que Donald Trump fuera electo en noviembre de 2016.

Altos mandos de la compañía afirmaron que utilizaron publicidad "no atribuible y no rastreable" para apoyar a sus clientes en los comicios. Según información revelada por The Guardian, Alexander Nix, CEO de Cambridge Analytica, confirmó que se reunió en reiteradas ocasiones con Trump y que además su equipo estaba detrás de la campaña para derrotar a Hillary Clinton. "Simplemente colocamos información en el torrente sanguíneo de internet y luego la vemos crecer", concluyó.