El presidente vietnamita Tran Dai Quang, el número 2 del país después del líder del Partido Comunista en el poder, murió el viernes a los 61 años de edad, después de padecer una enfermedad grave, informó el gobierno.
"El presidente Tran Dai murió en el hospital militar" por la mañana, según un boletín de la agencia oficial VNA, Vietnam News Agency.
El régimen sólo alude a su "grave enfermedad", objeto de rumores desde hace meses, aunque sin precisar su naturaleza
El mandatario vietnamita estaba gravemente enfermo desde hacía varios meses, pero continuaba ejerciendo sus funciones oficiales a pesar de su evidente cansancio y pérdida de peso.
Quang falleció a pesar de "los mayores esfuerzos para tratarlo por parte de profesores y médicos vietnamitas y extranjeros, y de la atención de los líderes del partido y del Estado", agregó la declaración.
El periódico en línea estatal VnExpress citó a un exministro de salud y jefe de un comité nacional a cargo de la salud de los líderes, Nguyen Quoc Trieu, diciendo que Quang contrajo un virus raro y tóxico en julio del año pasado y que había viajado a Japón seis veces para recibir tratamiento. No especificó el virus.
Trieu añadió que el presidente cayó en un coma profundo horas después de haber sido admitido en el Hospital Militar Nacional 108 el jueves por la tarde.
Quang recibió al presidente Donald Trump durante su primera visita de Estado al país comunista el año pasado, cuando Trump asistió a una cumbre de líderes de la Cuenca del Pacífico.
El embajador de Estados Unidos en Vietnam, Daniel Kritenbrink, elogió a Quang por sus contribuciones para promover las relaciones entre los dos antiguos enemigos.
Phil Roberston, subdirector para Asia de Human Rights Watch, dijo que Quang será recordado por su papel en "una represión de varios años contra los derechos humanos y el encarcelamiento de más presos políticos en Vietnam que en ningún otro momento de la historia reciente".
Unos 97 activistas han sido encarcelados hasta abril de este año, según Amnistía Internacional.
El Partido Comunista no tolera ningún desafío a su régimen de partido único y a menudo encarcela a ciudadanos por expresar pacíficamente sus opiniones, aunque Hanói sostiene que solo coloca tras las rejas a los infractores de la ley.