Una pequeña de 10 años falleció en Somalia luego de que fuera sometida a la mutilación genital.

La niña fue llevada al hospital de Dhusmareb, ciudad ubicada en el estado de Guludug por una hemorragia, luego de que su madre la llevara a una mujer para que le practicara la ablación del clítoris.

"Se sospecha que la mujer que le practicó la mutilación genital le cortó una vena importante durante la operación", dice Hawa Aden Mohamed, directora del centro de educación para paz y desarrollo Galkayo al diario británico The Guardian.

La mujer que practicó la operación ya habría sido detenida, sin embargo a pesar de que en la Constitución somalí está prohibida realizar este tipo de prácticas, no existe leyes que lo castigue por lo que la mujer no recibiría ningún tipo de condena.

Si bien el fallecimiento de esta niña sería la primera hace muchos años, lo que alarma es que Somalia es el país donde más mujeres sufren la mutilación genital. De acuerdo a las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 98% de las mujeres entre 15 y 49 años han sido sometidas a este ritual.

Más de 200 millones de mujeres y niñas de todo el mundo han sufrido la ablación, un ritual que conlleva serios problemas de salud y complicaciones en el parto.

Por lo general estas mutilaciones las realizan "cortadores" tradicionales que utilizan cuchillos o cuchillas sin esterilizar. Muchas niñas, mujeres y adolescentes sufren las consecuencias de por vida como dolores agudos, hemorragias, tétano, infección urinaria y lesiones en los tejidos cercanos.

Una práctica que, según las creencias de los pueblos donde se realizan, es un ritual de iniciación para las mujeres hacia la vida adulta o por la pureza femenina.