Una falsa alarma activó las baterías antiaéreas sirias a primera hora del martes, dijo el ejército de Damasco negando los reportes previos sobre una "agresión exterior" y ataques aéreos, y subrayando el caos que rodea a los múltiples actores en el teatro de la guerra en Siria.
Medios estatales sirios habían informado horas antes de que el país enfrentó otro ataque y que se derribaron misiles sobre la región central de Homs y un suburbio de Damasco antes del amanecer.
Los medios no identificaron a los responsables de la supuesta ofensiva, elevando la tensión en la región apenas unos días después de que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia realizaron ataques aéreos contra supuestas instalaciones de armas químicas en Siria en venganza por un supuesto ataque con armas químicas atribuido al gobierno del presidente sirio, Bashar Assad.
Según Syrian Central Media, seis misiles se dirigieron contra la base aérea de Shayrat, en Homs, pero la mayoría de ellos fueron derribados por las baterías antiaéreas. El medio reportó otro ataque independiente contra la base aérea de Dumayr, en un suburbio de la capital siria, Damasco.
El Pentágono indicó que no hubo actividad militar de Estados Unidos en esa zona el martes. Israel, que suele llevar a cabo operaciones de este tipo en Siria aunque no suele reconocerlas, no realizó comentarios.
Unas horas más tarde, la televisora siria emitió un comunicado del ejército que explicó que las defensas antiaéreas dispararon una serie de misiles por una "falsa alarma", sin proporcionar más datos.
Antes este mes, cuatro militares iraníes fallecieron en un ataque a la base aérea T4, también en Homs. Siria y sus principados aliados, Rusia e Irán, culparon a Israel de la operación, pero las autoridades israelíes ni confirmaron ni negaron la ofensiva.
Por otra parte, los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) están en Damasco a la espera de poder visitar Duma, la localidad de las afueras de la capital donde supuestamente se produjo un ataque con armas químicas.
Las autoridades rusas y sirias evitaron el lunes que los investigadores independientes de la OPAQ ingresaran al lugar, dijo el director del grupo, bloqueando los esfuerzos internacionales por dilucidar lo sucedido y encontrar al responsable.
Estados Unidos y Francia señalaron que cuentan con evidencia del uso de gases tóxicos durante el ataque del 7 de abril en contra de la localidad de Duma, que entonces estaba en manos rebeldes y en el que murieron decenas de personas, y afirmaron que el responsable fue el ejército de Assad.
Pero los aliados no han difundido ninguna de esas pruebas, incluso después de la operación conjunta con Gran Bretaña contra instalaciones que aseguran están relacionadas con el programa de armas químicas de Siria.
Siria y su aliado, Rusia, niegan que haya ocurrido ataque químico alguno, y Moscú fue más allá acusando a Londres de montar un ataque químico "falso". La primera ministra británica, Theresa May, acusó a ambas naciones "cuyas fuerzas ahora controlan la localidad al este de Damasco" de intentar encubrir las evidencias.
Muchas preguntas sobre el ataque han quedado sin respuesta ante la falta de acceso de los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) a Duma.
El director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, dijo que las autoridades sirias y rusa argumentaron "cuestiones pendientes de seguridad" para impedir el acceso de los inspectores a Duma.
"El equipo aún no se despliega en Duma", dijo Uzumcu en una reunión del consejo directivo de la OPAQ en La Haya.