Las advertencias sobre la capacidad de almacenar agua potable en Montevideo se arrastraban desde hace años, pero la preocupación no era muy grande, detalló el diario argentino La Nación. El abastecimiento –o en este caso, el desabastecimiento– no era tema porque nunca se estuvo en los niveles hídricos actuales, las quejas por el cobro mensual no existían y el agua de la llave era usada en todos los escenarios cotidianos: desde tomar mate y cocinar, hasta lavar autos y limpiar veredas, pese a que no es necesario ni recomendable usarla para este último tipo de tareas.
Pero el escenario cambió para los residentes de la capital de Uruguay. Entre la sequía más larga e importante de la historia del pequeño país sudamericano debido a los tres años de duración que lleva, relató el mismo medio, sumado a una postergada inversión en infraestructura respecto al almacenamiento de aguas, llevaron a Montevideo a una crisis que los tiene al borde del desabastecimiento. En menos de 10 días, aseguraron las autoridades, se acabarán las reservas de agua dulce.
“Si no llueve, va a haber un lapso en el que el agua no sea bebible”, advirtió la semana pasada el Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, cuando la situación se tornaba crítica. Según Infobae, además del agotamiento en las arcas hídricas, la que venga en su reemplazo –a modo paliativo– no solo no será potable, sino que tampoco bebible. El mismo medio detalló que el gobierno ya está trabajando en una represa provisoria, pero hasta que no esté operativa, el agua no será apta para consumo humano.
El origen del problema
“El agua no es potable en la definición perfecta de potabilidad”. La frase, dicha por el ministro de Ambiente de Uruguay, Robert Bouvier, bien podría corresponder a un discurso actual, pero corresponde a mayo de este año. Un sabor distinto era percibido en el agua por los ciudadanos de Montevideo, más salino. Se debía al uso de cloruro y de sodio en niveles más altos que lo regular, lo que llevó a la autoridad nacional a dar explicaciones. “Pero es bebible y consumible”, aclaró, según Infobae.
Las dos principales fuentes del valioso recurso hídrico, el embalse de Canelón Grande y Paso Severino, se han visto afectados por tres años de falta de lluvia. Precipitaciones que, según datos de meteorología, no se ven en los días próximos. No al menos, en las cantidades necesarias para solucionar el problema.
El primero era el encargado de aportar con cerca de 10 millones de metros cúbicos de agua, pero se secó. El segundo, en tanto, está cerca de quedarse vacío. El reporte oficial entregado el lunes detallaba que en Paso Severino quedaban 1,2 millones de metros cúbicos de un total de 70 millones, pero diariamente se utilizan aproximadamente unos 80.000, traduciéndose en que para inicios de la semana, las reservas de lugar llegaban al 1,7% de su capacidad. Con esos números, las autoridades aseguraron que alcanzaría para entre una semana y 10 días de suministros, pero algunos disienten en el pronóstico.
Federico Kreimerman, presidente de la Federación de Funcionarios de OSE –empresa estatal encargada del abastecimiento–, dijo el martes a Radio El Espectador que el nivel de agua en Paso Severino, uno de los más importantes de Montevideo, alcanzaría para uno o dos días máximo, puesto que el almacenamiento sería menor al anunciado por el gobierno, dijo.
“No va a llegar a cero esa cuenta”, dijo Kreimerman. Según el funcionario, “el caño de la válvula que deja pasar agua de un lado al otro no está en el piso, ya está al descubierto ese caño y ya está pasando agua y aire. En un momento va a dejar de pasar agua, aunque quede agua del otro lado”, argumentó.
“Es casi inminente, estamos hablando de 24 o 48 horas como mucho”, dijo, agregando que “estamos hablando de que había 67 millones de metros cúbicos y queda un (millón) y algo, en el fondo hay barro. No hay agua”, cerró.
Pese a que la ciudad está asentada a orillas del Río de la Plata, el más ancho del mundo si se considera como río –puesto que algunos académicos lo clasifican como estuario, un espacio en que confluye el agua dulce de quebradas y ríos y que luego se mezcla con salada–, y que en años previos la idea de construir alternativas a Paso Severino y al embalse de Canelón Grande surgió, estas nunca se terminaron por concretar.
Hacerlo ahora, con la crisis en la puerta, no solucionará el problema, aseveró el Presidente Lacalle Pou. “Demora dos años. Mientras tanto, no hay un genio que frote la lámpara. Tiene que llover”, dijo a la prensa local.
A mediados de 2016, cuando el Frente Amplio de Uruguay gobernaba al país a través del fallecido expresidente Tabaré Vázquez, se presentó un proyecto para una nueva represa que se construiría en el río Santa Lucía con fondos de la Corporación Andina de Fomento y la Unión Europea, explicó La Nación. Según Eneida de León, ministra de Vivienda en aquellos años, de concretarse hubiera permitido asegurar la calidad del agua, agregó el medio.
Pero el proyecto avanzó muy lento en su tramitación, y con el cambio de administración, se terminó por diluir. En cambio, Tabaré Vázquez entregó a Lacalle Pou, su sucesor, el proyecto de “Represa Casupá”, rememoró La Nación, como método de reserva al sistema de agua potable.
El actual mandatario, por otro lado, impulsó un plan con inversores privados para levantar una planta potabilizadora sobre el Río de la Plata, al oeste de Montevideo. Pero el proyecto se ha encontrado con una pared en el sindicato de funcionarios, que clama por la estatización total del servicio basándose en un plebiscito realizado en 2004 que apuntaba en esa dirección, explicó el mismo medio. “El Proyecto Arazatí será la inversión más grande de la historia en infraestructura para agua potable”, había dicho Lacalle Pou al iniciar el proyecto.
Según la consultora Factum, que presentó el martes en VTV Noticias una encuesta telefónica hecha a 900 personas, el 41% de los consultados cree que la responsabilidad por la crisis hídrica recae tanto en los hombros de la actual administración, como en los de la anterior. El 31%, en tanto, apuntó a los gobiernos anteriores por no haber concretado la represa de Casupá y otras obras similares.
En la vereda política, dentro de los votantes del Frente Amplio “se coloca principalmente las responsabilidades compartidas entre el gobierno actual y los anteriores (48%), mientras que el 33% coloca las responsabilidades en el gobierno actual, y un 10% coloca las responsabilidades en los gobiernos anteriores”, detalló el informe de la consultora.
En el oficialismo, por otro lado, “la mayoría coloca la responsabilidad en los gobiernos anteriores (52%), mientras que un 33% considera que las responsabilidades son repartidas entre el gobierno actual y los anteriores, solo el 4% considera que la responsabilidad es del gobierno actual”.
Desde OSE aseguran que, incluso si se hubiese completado el plan del gobierno frenteamplista, en el Santa Lucía, no hubiera sido suficiente para superar el problema.
Los próximos días
De acuerdo a Infobae, cuando se agoten las actuales reservas, las autoridades deberán aumentar el uso de aguas cercanas al Río de la Plata, las que contienen niveles de cloruro y sodio más altos que lo normal, convirtiéndola en no bebible.
Cifras del gobierno uruguayo muestran que la mayoría del agua dulce es utilizada por los ciudadanos para fines ajenos al consumo humano, como lo son bañarse o lavar. En cambio, solo el 5% de ella es usada para ser tomada. En función de aquello, funcionarios estatales entregarán gratis agua embotellada a cerca de un tercio de los afectados, consignó Infobae.
Según el Instituto de Meteorología de Uruguay, es posible que llueva en las próximas dos semanas. Sin embargo, la más cercana, pronosticada para este miércoles y jueves, no será relevante al alcanzar entre los 10 y 25 milímetros.