Este martes se cumple un año desde el asesinato del joven afroamericano George Floyd en manos de la policía de Minneapolis y para conmemorar la tragedia esta jornada la familia Floyd fue recibida por el Presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en la Casa Blanca.
El encuentro, que se realizó a puertas cerradas, se extendió por cerca de una hora ambas partes abordaron problemáticas como el racismo en Estados Unidos y la importancia de aprobar la reforma policial.
“El Congreso debe actuar con rapidez y con sentido de urgencia. La aprobación de leyes no recuperará las vidas perdidas, pero representará un progreso muy necesario. Debemos abordar la injusticia racial dondequiera que exista. Ese es el trabajo que tenemos por delante”, declaró Biden tras su encuentro en un comunicado de prensa.
Por ahora el llamado el llamado Acto de Justicia de la Policía, es decir la legislación que establecería un registro nacional de los oficiales que tienen mala conducta y discriminan por raza e etnia, no avanza en el Senado.
La familia además tenía agendada antes una reunión con los senadores de Nueva Jersey Cory Booker (Demócrata) y con el senador de Carolina del Sur, Tim Scott (Republicano) para discutir sobre la legislación que continúa en trámite legislativo.
También se reunirán con la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y la representante de California Karen Bass.
Por ahora, la justicia avanza: Derek Chauvin, el agente que se arrodilló sobre el cuello del afroestadounidense manteniendo la presión durante casi diez minutos, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado, homicidio involuntario en segundo grado y asesinato en tercer grado.
La sentencia se conocerá el 25 de junio, pero los miembros de la familia Floyd, que se han transformado en portavoces de esta lucha, insisten en que las cosas deben cambiar en profundidad.
El 25 de mayo de 2020 “fue un día que tuvo un gran impacto en él y en millones de estadounidenses”, dijo la portavoz del mandatario, Jen Psaki, y agregó que el inquilino de la Casa Blanca ha sido marcado por el “coraje y la simpatía” de la familia de Floyd, en particular de su hija Gianna.
“Me gustaría estar con ustedes y tomarlos en mis brazos”, lanzó durante una conversación telefónica con los familiares de Floyd poco después del anuncio del fallo en el juicio a Chauvin, que mantuvo a Estados Unidos en vilo.