Cerca de una hora y media estuvieron reunidos el Presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional de Ciudad de México, donde conversaron sobre las relaciones entre ambos países, la integración regional y futuras inversiones, según consignó el diario argentino La Nación.

Fernández asistió junto a la economista Cecilia Todesca y el diputado Felipe Solá, mientras que AMLO estuvo acompañado por su brazo derecho, el empresario agroindustrial Alfonso Romo, y el canciller Marcelo Ebrard. Tras el encuentro y un almuerzo en el mismo lugar, Fernández sostuvo una conferencia de prensa, en la que recalcó la importancia de la cooperación entre ambos países.

"Con el Presidente López Obrador tenemos una comunión de ideas y de conceptos de cómo ver el mundo, a nuestros países y al continente. El Grupo de Puebla es la búsqueda de un sistema político que devuelva la equidad perdida en América Latina", dijo el futuro Presidente argentino tras la reunión en el Palacio Nacional.

AMLO, por su parte, prometió contribuir a que el país transandino solucione su peor crisis económica en 17 años. "En lo que podamos, vamos a procurar ayudar en la adquisición de bienes que se producen en Argentina para que el pueblo, con su nuevo gobierno, pueda enfrentar la crisis económica y pueda haber crecimiento y bienestar", señaló el mandatario mexicano en su conferencia matutina.

Entre los temas discutidos, Fernández y López Obrador hablaron sobre la posibilidad de ampliar el acuerdo comercial que rige actualmente, aunque el mandatario mexicano deberá lidiar con una fuerte oposición si pretende avanzar en la reforma. Entre los críticos se encuentran los ganaderos mexicanos, quienes temen perder mercados con una eventual importación de carne argentina a México.

Luego del encuentro, Alberto Fernández se reunió con el empresario Carlos Slim, presidente de la compañía Telmex, quien actualmente ocupa el quinto lugar entre los hombres más ricos del mundo y fue el primer latinoamericano en entrar a la lista de Forbes.

Por la noche, Fernández tenía contemplado asistir a una cena en la que participarían 10 de los empresarios mexicanos más importantes, incluidos José Antonio Fernández, dueño de FEMSA (Fomento Económico Mexicano), y Ricardo Salinas, fundador de TV Azteca.

Política exterior

La visita del futuro mandatario argentino, que realiza junto a su pareja Fabiola Yáñez y una comitiva compuesta por asesores económicos, tiene como objetivo dar una señal de alineamiento de la centroizquierda regional, concentrada actualmente en el Grupo de Puebla. "Según ha trascendido, Fernández quiere establecer un eje México-Bolivia-Argentina, que incluiría a Uruguay si en la segunda vuelta gana el Frente Amplio. Todo esto dentro de un cauto equilibrio, pues no puede romper lazos con Brasil, nuestro principal socio, y atinadamente ya no contesta las críticas del Presidente brasileño, como sí hizo una vez al principio", señala José di Mauro, periodista argentino y director del semanario Parlamentario. De esta manera, el futuro mandatario argentino busca distanciarse del Grupo de Lima, que integran Chile, Perú, Colombia y Brasil, entre otros.

Además, el analista piensa que no es casualidad que las reuniones de Fernández se concentren en el ámbito empresarial. "Argentina necesita inversiones. Está haciendo exactamente lo mismo que hizo Macri hace cuatro años, y en su caso, necesita mostrar una imagen más potable, a sabiendas de los temores que despierta el retorno del kirchnerismo al poder", señala di Mauro.

Sin embargo, el futuro mandatario transandino no quiere irse hacia el extremo. "A Fernández le gusta verse a sí mismo como el punto medio entre Bolsonaro y Maduro, como una suerte de vía alternativa intermedia a los dos paradigmas más extremos de América Latina en materia ideológica. Él se ve a sí mismo como un centroizquierdista moderado", comenta el analista Julio Burdman a La Tercera.

Según este cientista político, no es casualidad que Fernández haya elegido a México para su primera visita tras ser electo, ya que todo forma parte de su estrategia para formar un eje progresista en la región. "Esa idea la va a compartir también con López Obrador, de venderse en el plano internacional como dos modelos políticos que funcionan en América Latina, frente a los casos que, por diferentes razones, dejan insatisfechas a partes importantes de la sociedad", señala Burdman, refiriéndose a los recientes estallidos en Chile, Bolivia y Ecuador.

"Ambos hablamos y estamos preocupados por lo que sucede en Ecuador y Chile. Los dos valoramos la institucionalidad y la democracia. La valoramos tanto como los criterios de equidad y de igualdad que debe haber en nuestras sociedades", señaló Fernández durante el punto de prensa.