Entre saqueos, escenas de espanto, revueltas y festejos tras la caída de Bashar al-Assad el domingo, una de las imágenes que llamó la atención fue la impactante colección personal de autos de lujo que ostentaba el líder sirio. Luego de su huida a Moscú, los rebeldes entraron a sus residencias. Eran decenas de vehículos que colmaban un inmenso garaje del palacio presidencial en Damasco.
Los rebeldes y ciudadanos que entraron a las residencias oficiales grabaron la escena con sus teléfonos, y uno de ellos, de 40 segundos, se difundió ampliamente en redes sociales. En el registro se podía apreciar una impresionante colección de autos de lujo, incluidos modelos de Mercedes Benz, Porsche, Audi y Ferrari.
Según una estimación del diario As de España, solo en base a la secuencia grabada, el valor de los vehículos rondaría los 7 millones de dólares en función de los identificables y las últimas especificaciones de las versiones más caras en las cotizaciones del mercado de Estados Unidos.
En el registro quedan al descubierto cuatriciclos, motos, casas rodantes y un Mercedes-Benz con las puertas estilo “alas de gaviota abiertas”. También fue posible ver un Lexus negro nuevo con tracción en las cuatro ruedas, un Ferrari F50 rojo, que según expertos es muy difícil de conseguir y que puede llegar a un precio de dos millones de dólares. Además, en las imágenes se evidenció varias camionetas SUV, vehículos todo terreno y también al parecer un camión blindado.
Armas, bolsas de carne y cigarros
En otro video aparece lo que parece ser un arsenal lleno de decenas de subfusiles, armas de fuego automáticas o semiautomáticas, de tamaño compacto, diseñadas para disparar municiones de pistola a corta distancia.
Los rebeldes también descubrieron una red de búnkeres ocultos bajo el palacio, con pisos cubiertos de cajas vacías de cigarros y estuches de armas. Algunas personas ingresaron al palacio y se llevaron ropa, vajillas y otros objetos, incluido una bolsa de compras de la lujosa marca Louis Vuitton.
El influencer y comediante sirio, Fady Maaz, compartió videos de sus hallazgos en una de las residencias de Al-Assad, como como un frigorífico lleno de bolsas de carne, con lo que parecía ser una bolsa de papel de la marca de lujo Hermès delante del frigorífico. También mostró una valija Louis Vuitton completamente llena y cuyo costo se estima en 46.000 dólares.
“Vine a ver este lugar del que nos prohibieron entrar, porque querían que viviéramos en la pobreza y la privación”, dijo a AFP, Umm Nader, de 35 años. Nader señaló que los antiguos habitantes de la residencia se fueron sin cortar la calefacción ni la electricidad, “mientras tanto, nuestros hijos se están enfermando del frío”.
Los cortes de energía diarios que duran horas son parte de la vida cotidiana en Siria, un país afectado por crisis económicas sucesivas tras más de una década de guerra y sanciones occidentales. Un informe del Banco Mundial de 2022 afirma que 14,5 millones de personas, casi el 70% de la población, viven en la pobreza, mientras que la pobreza extrema afecta a una de cada cuatro personas.
El Departamento de Estado norteamericano calcula que la familia Assad tiene un patrimonio de 2.000 millones de dólares, oculto en numerosas cuentas, empresas fantasmas, paraísos fiscales y carteras inmobiliarias. Ahora es probable que recurran a sus conexiones familiares y a sus amplios activos en Moscú con la esperanza de mantener su cómodo estilo de vida en el exilio.
En los últimos años, la familia del ahora derrocado líder sirio adquirió al menos 20 departamentos en Moscú por valor de más de 37,5 millones dólares, según informó el medio inglés Daily Mail, lo que demuestra que Rusia es un refugio seguro para los Assad.