“Rosario en shock: lunes ‘feriado’, miedo y escepticismo de los vecinos ante un nuevo plan de seguridad”. Así resumía el diario La Nación el ambiente en la ciudad de la provincia de Santa Fe tras la ola de crímenes que tuvieron lugar allí desde el martes pasado y que dejaron a la urbe paralizada bajo el fuego de las mafias del narcotráfico. Un escenario que obligó al presidente argentino, Javier Milei, a anunciar el envío de las Fuerzas Armadas conforme a la Ley de Seguridad Interior, pese al malestar e inquietud de los militares ante la orden de involucrarse en las operaciones antinarco en Rosario, según consigna la prensa local.
Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe informaron que en las últimas horas se realizaron 10 allanamientos, en los cuales la Policía de Investigaciones (PDI) de la provincia detuvo a tres personas, dos hombres y una mujer, quienes estarían vinculados con los homicidios de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero Marcos Daiola y el playero (empleado de una estación de servicio) Bruno Bussanich. Los cuatro perpetrados del martes al último sábado, apunta el diario Clarín.
“Se avanzó muchísimo en las investigaciones. Estamos muy cerca de individualizar a los autores materiales de los hechos, y en un hecho puntual también tenemos a los autores intelectuales”, anticipó Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe. En conversación con el medio TN, Pullaro dijo estar detrás de los autores de los crímenes y aseguró que cuando sean atrapados, “no solo irán presos”, sino que tendrán el castigo más duro: “prisión perpetua”. Y que los hechos que se registraron durante la última semana corresponden a “terrorismo urbano”.
En medio de la ola de crímenes en Rosario, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que enviarán a las Fuerzas Armadas para brindar asistencia a la ciudad santafesina en respuesta a los hechos de las bandas narcocriminales, que calificó como “acciones de terrorismo”.
“Hemos tenido este recrudecimiento a partir de haber cerrado los grifos del negocio criminal, han reaccionado de manera compleja, que hay que analizar con mucha seriedad, y tenemos que estar a la altura de la complejidad de lo que han planteado los narcocriminales”, afirmó este lunes la funcionaria nacional.
La ministra de Seguridad viajó a Rosario junto a su par de la cartera de Defensa, Luis Petri, en medio de la escalada de violencia y amenazas que vive la ciudad santafesina. Allí, durante una conferencia -que brindó acompañada por el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente rosarino Pablo Javkin-, dio detalles sobre el Comité de Crisis que activó para combatir el “narcoterrorismo” y anunció que enviarán a la Justicia el pedido para “la utilización de la ley antiterrorismo”.
“No vamos a dejar que Rosario sea una tierra de narcoterroristas. Toda acción que tenga objetivo amedrentar y sembrar terror en la sociedad tendrá una doble pena”, explicó la funcionaria. Además, adelantó que enviarán una “Ley antimafia” al Congreso de la Nación, que aplicará una “persecución penal sobre el crimen organizado” y les adjudicarán la pena a todos los integrantes de la banda “por el hecho de participar”.
Ola de asesinatos
Las declaraciones de Bullrich se producen tras asesinato el sábado por la noche del playero de 25 años, quien fue ejecutado en apenas segundos, en el marco de la escalada de violencia impulsada por las bandas narcos en la última semana y que produjo el envío de fuerzas de Seguridad federales anunciado por el Presidente Javier Milei.
Apenas unas horas después de lo ocurrido con el playero se conoció la muerte del colectivero Marcos Iván Daloia (38), el chofer de trolebús de la línea K que había sido baleado el último jueves mientras trabajaba en Rosario.
En los días previos habían sido asesinados dos taxistas a quienes les habían solicitado viajes vía WhatsApp. El martes, a las 23.00, mataron de cinco balazos a Diego Alejandro Celentano (32). A la misma hora del día siguiente acribillaron a Héctor Raúl Figueroa (42), quien iba a casarse el viernes, informó Clarín.
El periódico transandino recordó que el sábado pasado, los narcos colgaron una bandera sobre el puente de avenida Circunvalación y Oroño en Rosario, con el mensaje: “Pullaro y Cococcioni se metieron con nuestros hijos y familiares... van a seguir las muertes de inocentes taxistas, colectiveros, basureros y comerciantes”, en alusión al gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad santafesino, Pablo Cococcioni.
En el marco del fuerte reordenamiento logístico por la lucha contra el narcoterrorismo en Rosario, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ordenó descabezar a la cúpula del Servicio Penitenciario Federal.
El mandatario se refirió este domingo por la noche sobre el asesinato del playero. “No vamos a parar hasta que haya justicia”, expresó en un mensaje publicado en su cuenta de X y apuntó: “Son ellos o nosotros”. Al mismo tiempo, respaldó las requisas que lleva adelante el gobernador Maximiliano Pullaro en las cárceles, que habrían disparado la ola de violencia de la última semana.
“Feudo narco”
Y es que, como señala La Nación, Rosario es visto como un “feudo narco”, un “imperio criminal que se administra detrás de las rejas con complicidad policial”. “Desde las cárceles las bandas criminales manejan el negocio del narcotráfico, pero también el de las extorsiones, que es uno de los principales problemas que enfrenta Rosario, porque este negocio criminal derrama una violencia extrema”, señaló la fiscal Varia Haurigot, jefa de la Unidad de Balaceras. En el primer semestre de este año se produjeron, según fuentes del Ministerio Público de la Acusación, 796 denuncias de extorsiones, en las que más de 400 se usaron armas de fuego. “Todo se organiza desde la cárcel”, apuntó la fiscal.
La tasa de homicidios de la ciudad santafesina es cuatro veces mayor a la de Argentina. Solo durante el 2021, el 76% de los asesinatos ocurridos en Rosario se vincularon al narcotráfico. Entre el 2014 y el 12 de octubre de 2022 se han registrado 1.893 homicidios.
En medio del shock de las ejecuciones a manos de sicarios, con mensajes mafiosos, “donde parece que nadie está a salvo”, como indicó La Nación, el conductor y periodista Nelson Castro y el equipo del canal TN fueron amenazados de muerte mientras estaban realizando la cobertura sobre la ola de violencia narco en Rosario.
Los mensajes intimidatorios los recibió en su celular el periodista Sebastián Domenech, quien ya estaba trabajando desde el fin de semana en la ciudad santafesina. “Decile que si llega a venir a Oroño (una calle) lo sacamos a tiros. El que avisa no traiciona. Que se vaya de Rosario, no lo queremos acá”, dice el primero de los mensajes que se cierra con un “atentamente, la mafia”. En otros de los mensajes intimidatorios, amenazan a Castro: “Van a terminar como Cabezas”, en referencia al fotógrafo de la revista Noticias asesinado en enero de 1997 en Pinamar.
Sobre la amenaza recibida, el periodista fue contundente. “Estamos viviendo en carne propia lo que experimenta, padece y sufre la gente de Rosario. A la hora que recibimos la amenaza, uno de los playeros no quiso dar su testimonio por miedo a represalias. Por eso nos fuimos de ahí, para no exponerlo. Pero esto permite entender lo que la gente está padeciendo acá”, dijo Castro citado por Clarín.
Según La Nación, crece la hipótesis de la conformación de un consorcio narco para enfrentar al gobierno. La palabra “unidos”, que aparece en dos amenazas que dejaron los grupos narco, abre una línea de investigación sobre la posibilidad de que las bandas criminales de Rosario hayan sellado una alianza para enfrentar las políticas del gobierno de Santa Fe.
Frente a este escenario, Clarín asegura que los militares van a cumplir con lo que el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, les ordene para que las Fuerzas Armadas se sumen al recién creado Comité de Crisis para enfrentar la violencia narco en Rosario.
Sin embargo, apunta el periódico, “entre los uniformados impera un fuerte malestar y una importante inquietud por la situación de tener que verse involucrados en la guerra contra el narcoterrorismo que azota la emblemática ciudad. Nunca les gustó, y menos ahora que el escenario está cada vez peor y porque la situación salarial y laboral no es buena entre los uniformados”.
Incluso, agrega, hasta hubo un planteo de varios generales a Petri e Isaac, de que no quieren a ninguno de sus uniformados tocando a “a un solo civil” en Rosario ante el inminente envió de efectivos y equipamiento militar a Santa Fe para luchar contra las bandas criminales.
“Petri y Bullrich vienen asegurando que el accionar de los militares en Rosario junto a las fuerzas de seguridad estará enmarcado dentro de la ley de Seguridad Interior, mientras que el equipo del ministro trabaja en la elaboración de un nuevo decreto que cambie las reglamentaciones de la ley de Defensa para que las Fuerzas Armadas puedan entrar en acción en el combate a enemigos externos que no sean sólo estatales. Y además para que sean destinadas también a vigilar los llamados ‘objetivos estratégicos’”, apunta Clarín.