
Fieles colman la basílica de San Pedro para despedir al Papa mientras bullen preparativos para el cónclave
Al menos 130 delegaciones, incluyendo unos "50 jefes de Estado y 10 monarcas" en ejercicio, asistirán a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro el sábado, informó la Santa Sede.

Entre lágrimas y largas esperas en las filas, miles de fieles siguieron abarrotando este jueves la Vía de la Conciliación y la plaza de San Pedro para dar el último adiós al Papa Francisco en la basílica de San Pedro, antes del funeral previsto el sábado en presencia de dignatarios internacionales.
Una marea humana inunda desde el miércoles el Estado más pequeño del mundo para presentar sus respetos al primer Pontífice latinoamericano, cuya muerte el lunes a los 88 años conmocionó a la Iglesia Católica y al planeta.
Entre las 11.00 del miércoles y las 19.00 de este jueves, al menos 90.000 personas ya habían recorrido la nave central de la imponente basílica barroca para despedirse unos segundos del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, anunció el servicio de prensa del Vaticano.

El goteo de fieles fue constante a lo largo del día, después de que la pasada noche se mantuviera el velatorio abierto pese a los planes iniciales de cerrarlo a medianoche para que todo el mundo que lo deseara pudiera pasar a despedirse. La capilla ardiente sólo cerró apenas dos horas en la madrugada de este jueves y El Vaticano aseguró que, dependiendo de la afluencia, podría prolongar de nuevo su apertura más allá de la medianoche.
La Protección Civil italiana prevé que este número seguirá aumentando considerablemente en las próximas horas hasta que a las 19:00 del viernes se cierren las puertas de San Pedro para proceder a la ceremonia de cierre del féretro, antes del funeral y el entierro previstos para el sábado.
Los futbolistas del club AS Roma y los familiares del difunto Francisco también se recogieron este jueves ante su tumba. Mauro Bergoglio, uno de sus sobrinos, pudo viajar de Buenos Aires a Italia gracias a una donación privada. “Fue muy duro verlo ahí, pero bueno, a eso vine, a despedirme”, dijo en diálogo con A24 luego de ingresar a la capilla ardiente en la basílica de San Pedro.

Al menos 130 delegaciones, incluyendo unos “50 jefes de Estado y 10 monarcas” en ejercicio, asistirán a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro, informó la Santa Sede. Presidentes como Donald Trump, Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, así como el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres, ya anunciaron que acudirán. “Jorge Bergoglio ha sido el argentino más importante de la historia”, expresó Milei antes de viajar al Vaticano, en diálogo con Radio Rivadavia.
“El Papa ha generado unidad porque han venido personas de todo el mundo, personas muy distintas a congregarse desde muy temprano y hasta muy tarde de la noche y creo que ese es el ejemplo que tenemos que seguir todos”, dijo el cardenal chileno Fernando Chomali en declaraciones recogidas por AFP.
Muestra de su apuesta por los más necesitados, un “grupo de pobres” estará presente el sábado en la basílica Santa María la Mayor de Roma a la llegada del féretro papal de cara a su sepultura, indicó el Vaticano.

Su tumba será en mármol de Liguria, procedente de la región italiana de donde son oriundos una parte de sus ancestros, y tendrá por única inscripción “Franciscus” y una reproducción de su cruz pectoral, tal como dispuso el pontífice en su testamento, según la Santa Sede.
La sala de prensa del Vaticano precisó que la tumba fue dispuesta en el nicho de la nave lateral; entre la capilla Paulina, capilla de la Salus Populi Romani, y la capilla Sforza de la basílica de Santa María la Mayor, cerca del altar de San Francisco.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, adelantó a partir de cuándo se lo podrá visitar en su tumba. Será a partir de la mañana del domingo, un día posterior a las exequias.
En las últimas horas, el periodista y médico neurólogo argentino Nelson Castro difundió los audios de una entrevista que realizó con el Papa Francisco en 2018. Allí el Pontífice habló de su propia muerte y sus miedos. “Lo único que le pido a Jesús es ‘Señor, si me querés hacer una gauchada, que no me duela’. Porque en eso soy un poquitito... iba a decir un adjetivo que no lo puedo decir, un poquito cobarde para el dolor. Después de todo lo que pasé...”, reflexionó.
“¿Se imagina la muerte siendo Papa?”, le preguntó Castro por última vez, al menos durante el pasaje de la entrevista publicada. “No me queda otra. Pero volver a Argentina, a vivir allá, ya no me lo imagino”, subrayó el Pontífice.
Müller advierte de un “Papa herético”
En tanto, en la casa de Santa Marta, la principal residencia en el Vaticano donde se alojó hasta su muerte Francisco, bullen los preparativos para recibir a los 133 cardenales menores de 80 años que elegirán al sucesor del Papa argentino.
Después del sepelio del Pontífice, el sábado en la basílica de Santa María Mayor, comienzan nueve días de celebraciones del luto, llamadas Novendiales, que concluyen el 5 de mayo. El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández presidirá la ceremonia del sexto día. Según el diario Clarín, el cónclave podría comenzar el martes 6 o unos días después. Sin embargo, el Vaticano por ahora descartó decidir la fecha del cónclave para mantener el foco en el funeral, indicó AFP.

La Capilla Sixtina del Vaticano cerrará al público a partir del lunes para los preparativos del cónclave en el que se elegirá un sucesor del Papa Francisco.
Uno de los mayores críticos que tuvo Francisco, el cardenal alemán Gerhard Müller, dijo que sería “una catástrofe” para la Iglesia Católica y para su unidad que el próximo cónclave elija a un “Papa herético” como su sucesor. Entrevistado por el diario británico The Times, Müller, exprefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a quien el propio Francisco hizo cardenal, es una de las figuras más relevantes de los sectores tradicionalistas de la Iglesia.
El cardenal alemán llegó incluso a evocar indirectamente la sombra de un cisma hipotético si el cónclave cardenalicio no elige un líder “ortodoxo”. A su juicio, la división es más profunda: “La cuestión no es entre conservadores y liberales, sino entre ortodoxia y herejía”, declaró. Según Müller, el próximo pontífice “debe ser ortodoxo, ni liberal ni conservador”.
“No se trata de un estúpido juego de poder como el de la película (Cónclave) que no tiene nada que ver con la realidad”, criticó el cardenal germano. “Solo espero que los cardenales no se dejen influenciar por la lectura de los titulares” de la prensa, agregó.
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