Filippo Grandi, Alto Comisionado de Acnur: “Es una falta de responsabilidad caracterizar los flujos migratorios de personas como una amenaza”
De visita en Chile para participar del 40 aniversario de la Declaración de Cartagena, el diplomático analizó distintas crisis y conflictos que han generado olas de personas que buscan refugio o han sido desplazadas.
En el marco de la conmemoración del 40 aniversario de la Declaración de Cartagena, instrumento jurídico que se adoptó en 1984 y que se considera un hito en la protección de las personas refugiadas en América Latina y el Caribe, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, estuvo de visita en Chile. “Los autores de la declaración vieron que los flujos migratorios cambiaban de naturaleza, pero no de tipo de patrón. Y entonces fue una declaración muy visionaria”, dijo en entrevista con La Tercera, donde analizó las distintas crisis en el mundo. “Es importante ver cómo vamos a lanzar el Plan de Acción de Chile 2024-2034, adaptando los principios de la Convención sobre Refugiados de la Declaración de Cartagena a esta situación (migratoria) muy compleja de la actualidad. Y me alegro mucho que lo escriba, que Chile tenga un liderazgo tan importante en este proceso”, agregó.
Los informes de Acnur sobre Tendencias Globales muestran que la cifra de los refugiados y desplazados en el mundo sigue creciendo, ¿a qué se debe esto?
Sí, es verdad. La última cifra es de 123 millones de personas, que es la más alta que hemos logrado desde que contamos estadísticamente el número de personas refugiadas, pero no solamente se trata de ellos, sino que hay desplazados al interior de su país y personas desplazadas o refugiadas a causa de conflictos, de violencia, de violaciones de derechos humanos y otras causas. Es verdad que en los últimos 12 años esta cifra siempre ha ido creciendo. No hemos visto ninguna disminución, y yo creo que la causa principal es la multiplicación de las crisis, principalmente conflictos, pero también situaciones de violencia, como vemos, por ejemplo, en Centroamérica o situaciones de violaciones de derechos humanos graves que causan estos flujos de personas. Hay conflictos nuevos que vienen a añadirse a los ya existentes y no hay ninguna solución política, entonces no hay fin de los otros conflictos existentes. Otra característica es que son conflictos conducidos con extrema violencia, que tienen un impacto especialmente sobre la población civil y en violación también del derecho internacional humanitario. Y lo hemos visto, por ejemplo, ahora en Ucrania, en Gaza, en Líbano, en Sudán, en Myanmar, en la República Democrática del Congo, en diferentes partes del mundo, donde se ha producido una violación del derecho humanitario. Y cuando las personas se enfrentan a estas situaciones de un lado, donde no hay solución política de otro, hay violencia que las impacta, y huyen. Entonces la cifra va a crecer y crecer , si no enfrentamos esta situación de solución de conflictos.
La migración se ha transformado en un tema central de las campañas electorales en el mundo…
Sí, esto también es un hecho. Es verdad que, desafortunadamente, en muchos países, especialmente los que comprendemos el norte global, las personas que huyen, que se mueven, las personas que van de un país a otro, ya sean refugiados o migrantes, son cada vez más estigmatizadas como amenaza. Y es un argumento que no solamente viola los derechos de estas personas, sino también es un argumento que no aporta ninguna solución, pero permite a algunos políticos ganar elecciones, votos. Y yo creo que es una falta de responsabilidad de caracterizar estos flujos de personas como una amenaza. No estoy diciendo que no tenemos que gestionarlos de manera muy organizada y efectiva. Es importante, porque representan un desafío muy grande para los países que reciben los flujos. Pero yo creo que no es la manera correcta, justa, legal y tampoco la manera eficaz de enfrentar, de responder a esta crisis con una estigmatización. Yo creo que hay muchas otras maneras de hacerlo, considerando también que yo comprendo los desafíos, pero considerando también que estas personas, si la respuesta es eficaz, pueden dar una contribución a la comunidad de acogida, como vemos en esta región con el flujo de los venezolanos y otras nacionalidades.
Usted trabajó en la UNRWA, el organismo en Naciones Unidas que se encuentra a cargo de la ayuda humanitaria de los palestinos. Si bien no es competencia de Acnur este tema, ¿cuál es la evaluación que hacen de lo que ha ocurrido en la guerra entre Israel y Hamas?
Es importante de reiterar esta división de labor entre las dos organizaciones, porque la UNRWA es la Organización para los Refugiados Palestinos y Acnur es para los otros refugiados. Entonces hay una división geográfica de responsabilidad. Estamos preocupados, porque hay una campaña contra la UNRWA y hay leyes en el Parlamento israelí que, si son aplicadas, van a limitar o hacer imposible el trabajo de la UNRWA. Y es un riesgo, no solamente porque la UNRWA es la agencia humanitaria principal en los territorios palestinos y eso es muy importante en este momento, sino porque hay un conflicto terrible en Gaza y hay una situación difícil también en Cisjordania. Pero lo que es más importante es que la UNRWA es una agencia única en el sistema de la ONU, porque brinda servicios esenciales, especialmente educación y salud básica, con un sistema de servicios fundamentales para millones de palestinos. Sin la UNRWA este servicio va a faltar. Entonces estamos preocupados de que si la UNRWA no puede trabajar, vamos a ver una generación de niños que no van a tener acceso a la educación y una situación de salud muy preocupante, no solamente para ellos, sino para Israel también. Entonces esperamos, yo no estoy involucrado, pero sé que hay un debate con Israel y con otros Estados que tienen preocupaciones para ver cómo permitir que la UNRWA pueda continuar su trabajo.
Este año Israel también mantuvo una guerra con Hezbolá, lo que ha provocado muchos desplazados en Líbano. ¿Cuál es su visión sobre esto?
Líbano es una situación muy compleja. Primero, es un país que se enfrenta su propia crisis política y económica desde algunos años. Un país, desde nuestro punto de vista, que acoge muchos refugiados palestinos, pero también principalmente sirios. Es un pequeño país, muy frágil, en una región compleja. Y la guerra entre Israel y Hezbolá, uno de los partidos libaneses de Líbano, ha sido devastadora. Yo mismo fui a Líbano a principios de octubre y he visto las consecuencias de los bombardeos israelíes sobre algunas regiones del país, el desplazamiento masivo de personas, una destrucción de infraestructura social muy importante, también de casas. Y lo que es casi un poco paradójico es que una parte sustantiva de la población siria refugiada en Líbano huyó de Siria para evitar los bombardeos y ahora tiene que regresar a su casa que no está en buenas condiciones, a causa de otra guerra. El alto el fuego que se declaró desde hace algunas semanas, parece -por el momento- ser muy frágil, pero continúa. Es importante que continúe, porque así las personas pueden regresar a sus casas y la reconstrucción puede empezar de nuevo. Pero mi miedo, que es el de muchos, es que sin un acuerdo más político que establezca muy claramente la demarcación de las posiciones militares, (el alto el fuego) no puede ser sostenible.
Y lo que ocurre en Siria…
Ahora tenemos una evolución, porque hemos visto al gobierno del Presidente Bashar al-Assad caer muy rápidamente en una semana. Y esto abre algunas oportunidades, como, por ejemplo, el retorno de muchos refugiados sirios a su país. Pero tenemos que ser pacientes y ver cómo se desarrolla la situación allá. Hay grupos de la oposición a Assad que controlan diversas porciones de territorio y es importante que trabajen juntos y que lo que salga de esta situación, ya sea el sistema o el gobierno, la administración que se va a establecer, incluya a todos los grupos, todas las minorías. Siria es un poco como Líbano, un mosaico de orígenes étnicos, religiosos, y entonces es complejo. Y si lo que va a salir de esta crisis no es un sistema unitario, un sistema inclusivo, podría provocar nuevos conflictos y movimientos de población. Y lo que es más importante, es que muchos países, sin mencionarlos, porque todos los conocemos, tienen intereses, tienen influencia en Líbano, en Siria, en Medio Oriente. Es importante que trabajen juntos, a pesar del hecho de que tienen agendas diferentes, pero yo creo que hay una agenda común que es la estabilidad de la región y espero que ahora, después casi 14 meses de conflicto, vean que es importante trabajar juntos para lograr estabilidad en Líbano y Siria.
La guerra de Rusia en Ucrania también ha provocado muchos refugiados y actualmente esto ha generado la preocupación de muchos países europeos de no poder soportar la carga que significa para ellos, ¿cómo ven ustedes esa crisis?
Hay mucha preocupación en Europa, generada por el temor que más refugiados puedan llegar al continente. Yo siempre digo a los líderes europeos, a los ministros, a los gobiernos, que comparto esta preocupación, pero si no hay solución política de esos conflictos, los flujos van a continuar. Ahora es interesante de examinar un mapa, porque alrededor de Europa hay un cinturón de conflictos a partir de Ucrania, el Cáucaso, Siria, Líbano, Palestina, Sudán, Yemen y el Sahel. Y eso es muy grave. Por ejemplo, siempre decimos que hay un país entre las crisis del Sahel, que son crisis violentas, y la de Sudán, que es una guerra devastadora. Es Chad, un país muy pobre que ha recibido más que un millón de refugiados, y muy frágil. Esperamos que no caiga, pero si entra en una crisis, el cinturón se completa. Entonces Europa tiene un interés de involucrarse más. No solamente ya lo hace en la ayuda humanitaria al desarrollo, sino también en la solución de los conflictos. Europa tiene un papel político que yo, como europeo, me gustaría ver más, un involucramiento más fuerte como Europa y como Unión Europea en particular.
Diversas crisis en América Latina también han provocado muchos refugiados…
Aquí lo que observamos en el continente son flujos con múltiples causas. Hay crisis más que conflictos, porque no podemos clasificar Venezuela como un conflicto. En Nicaragua vemos también muchas violaciones de derechos humanos y en algunos países, por ejemplo, en el norte de Centroamérica, unas manifestaciones de violencia por las maras, por los grupos criminales que tienen completamente el mismo efecto que conflictos, porque hacen reclutamiento forzado de niños, control contra mujeres, control de territorio. Entonces, para nosotros las personas que huyen de estas situaciones son refugiados. Lo hemos visto un poco en Ecuador también este fenómeno de violencia generalizada. Entonces muchas situaciones diferentes que provocan flujos complejos no son solamente refugiados, porque hay muchas personas también que huyen de situaciones de pobreza, de desigualdad y que buscan oportunidades más que protección, pero se mueven juntos. Por eso, por ejemplo, para responder al desplazamiento venezolano, hemos formado una plataforma conjunta con nuestra agencia hermana, la Organización Internacional de Migraciones, que se ocupa de migrantes, porque es un flujo muy complejo, muy mixto, Acnur y otros más involucrados. Ahora también está Acción Climática, porque el clima, especialmente en Centroamérica, tiene un papel importante en el desplazamiento. No es tan diferente de lo que ocurre en Europa, es diferente la situación geopolítica, pero la naturaleza de los movimientos de las personas que cruzan partes de África o Medio Oriente y que van a Europa es similar a lo que vemos aquí en el continente americano.
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