El 1 de diciembre de 2017, cinco amigos -dos de ellos inmigrantes- se embarcaron en un viaje de 1.931 kilómetros a pie, en bicicleta de montaña, a caballo y en canoa desde El Paso, en Texas, hasta el Golfo de México sobre el Río Grande (conocido como Río Bravo en México) y la frontera sur de Estados Unidos. El propósito del viaje era fotografiar el río antes de la construcción del muro fronterizo impulsado por Donald Trump y explorar cómo impactaría a los propietarios privados, terrenos públicos, la vida silvestre, acceso al agua y cultura fronteriza. La travesía de 60 días quedó plasmada en el documental The River and The Wall, estrenado el pasado 3 de mayo en Estados Unidos.
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(Fin & Fur Films)[/caption]
El responsable del filme, el cineasta Ben Masters, quien vive en Austin (Texas), dijo que le vino la idea en medio del malestar que le provocaba la manera como se retrataba la región fronteriza en la prensa y el debate sobre la inmigración. "Pasé gran parte de mi vida trabajando en la frontera entre México y Estados Unidos. El Río Grande es especial para mí y quería verlo junto a los paisajes que atraviesa antes de que un muro lo cambie para siempre. Decidí que la mejor manera de hacerlo era recorrer la totalidad de la frontera de Texas y México con canoas, botes y caballos para documentar las zonas fronterizas antes de que se construya el muro para entregar esas imágenes a las personas en el futuro. También quería sumergirme en la controversia que rodeaba el muro fronterizo y cómo -o si- impactaría a la inmigración, los propietarios privados, las tierras públicas y la vida silvestre", comentó Masters a La Tercera.
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(Fin & Fur Films)[/caption]
La construcción del muro podría afectar a las regiones fronterizas de Nuevo México, Arizona y California con sus frágiles ecosistemas. Y el proceso ya podría estar en curso. "Algunas de las fotografías que tomamos son las últimas de esos paisajes, porque ya se les construyó un muro", dijo el documentalista. "Algunos de los hábitats migratorios más críticos en América del Norte fueron arrasados recientemente para la construcción de un muro fronterizo en el Refugio Nacional para la Vida Silvestre localizado en el Valle Bajo del Río Grande, en Texas. El muro puede bloquear el acceso al agua de la vida silvestre, puede prohibirles escapar de las inundaciones, puede limitar la dispersión de las poblaciones y puede aislarlas genéticamente. El muro fronterizo también ha bloqueado a cientos de miles de residentes fronterizos para que no accedan a sus propias tierras públicas, porque en muchas áreas el muro fronterizo se construye a kilómetros de la propia frontera", denuncia Masters.
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El documentalista no oculta sus críticas a la Casa Blanca por esta iniciativa. "Creo que Trump ha hecho que la discusión sobre la inmigración sea extremadamente polarizadora y simplificada en exceso. Ha vendido esta idea de que un muro fronterizo arreglará nuestro sistema de inmigración y eso simplemente no es cierto", concluye.