Hoy se desarrolló el décimo día de juicio contra Nicolás Zepeda, joven chileno acusado de asesinar a su exnovia, la estudiante japonesa Narumi Kurosaki, en Francia.
El caso está entrando en su fase final, que partió con los alegatos de las partes civiles, quienes solicitan que el joven chileno de 31 años sea declarado culpable del asesinato. De hecho, Zepeda podrá realizar una última declaración durante la clausura de los debates el martes, antes de que el jurado se retire a deliberar para decidir su veredicto.
En el banquillo de los acusados, hoy, con mascarilla y corbata, Nicolás Zepeda permanecía inmóvil, observando y escuchando.
Tras cartón, el fiscal Étienne Manteaux entregó sus comentarios finales y recordó algunos pasajes del caso que han sido expuestos en días anteriores. Por ejemplo, unas preguntas que Zepeda le realizó a su primo en torno a la muerte. “Esas preguntas sobre la muerte por asfixia, que le hicieron a su primo Juan Felipe, son todo elementos. ¿La estranguló con las manos? ¿Con el almohadón? Lo que yo sé es que Nicolás Zepeda la asfixió, ella forcejeó”, afirmó el fiscal.
Según el fiscal, Narumi Kurosaki fue asesinada en su habitación el 5 de diciembre entre las 3.15 AM y las 3.21 AM. Esa madrugada, otros estudiantes del edificio donde habría ocurrido el asesinato escucharon gritos de una mujer. “Estos gritos son los de Narumi Kurosaki. No podían imaginar que otro estudiante estaba siendo asesinado. Narumi Kurosaki murió después de la violencia”.
Según recoge France 3, Manteaux señaló que la premeditación de Zepeda se basa en que el chileno compró 5 litros de combustible, productos de limpieza y fósforos. Eso, además del seguimiento que Zepeda realizó a Narumi las horas previas a su muerte.
En ese aspecto, el fiscal lanzó una teoría sobre qué pasó con el cuerpo de la japonesa: “La hipótesis más probable es la de la inmersión en el (río) Doubs, aguas abajo de la presa de Crissey”.
El fiscal del caso le pidió al jurado: “Tendrán que pronunciar una sentencia que proteja a la sociedad de este individuo”.
“Desde que asumí el cargo, no ha pasado una semana sin que trabaje en este expediente”, explicó el persecutor y añadió que “nadie puede dudar del amor a la vida que animó a Narumi Kurosaki y también del amor por su familia”.
“Cumplirá al menos 18 años de prisión si es condenado a cadena perpetua”, dijo Manteaux, y recordó que, si Zepeda estuviera en Japón, correría el riesgo de ser condenado a muerte en la horca.